martes, 24 de noviembre de 2009

EL ATAQUE DE LOS CLONES

Hace unos meses, los que dicen saberlo todo de todo vieron la luz al final del camino y se dieron cuenta de que el capitalismo, tal y como lo estaban amamantando, tenia que cambiar las tetas de las que siempre había succionado porque estaban secas. Son los que estaban convencidos de la necesidad de cambios estructurales, unos cambios que si te he visto no me acuerdo.
Sin mas noticias de aquellos planes, otros que dicen saberlo todo de todo se han empeñado ahora en convencernos de que aquí lo que hace falta es una regeneración de la vida política. El problema surge cuando el que quiere convencer no esta nada convencido de sus intenciones.
Catalunya es la única autonomía que no cuenta con una ley electoral propia. Somos diferentes. Después de tantos años de democracia, referendums y estatutos, los partidos catalanes han sido incapaces de ponerse de acuerdo en adoptar un modelo. Somos diferentes. Y ahora que se acaba la legislatura nos venden la moto de que en cuatro días pactaran lo hasta ahora impactable y con ley electoral propia acabaremos con la corrupción. Somos diferentes. Nos fue de un pelo que no nos robaran el agua por unas medidas anti sequía mal planificadas y ahora nos puede ir de una cana que nos roben representantes del territorio en el Parlament. Y es que a los que les urge regenerar el sistema son los mismos que lo han corrompido, son los hombres grises.
Es un buen momento para introducir en las escuelas la obligatoriedad de leer y analizar “Momo” aquella novela de Michael Ende en la que los hombres grises, los de perfil bajo, pretenden dominar el mundo.
Los hombres grises se parecen a los humanos, salvo que todo en ellos es de color ceniza. Llevan siempre maletín, bombín y traje de color gris. Parasitan a las personas robándoles el tiempo con el único objetivo de crecer. Su voz es difícil de escuchar porque esconde un profundo vacío. Sus víctimas son incapaces de recordarles. Los hombres grises trabajan para la Caja de Ahorros del Tiempo. Conocen a cada uno de los humanos y saben esperar el momento oportuno para robarles el tiempo. Les convencen para que lo ahorren pensando en un futuro mejor, aludiendo a la responsabilidad, a una presunta madurez y cordura que aboga por no desperdiciar el tiempo con tonterías.
Es difícil de creer que incluso a nivel internacional, los que apuestan por regenerar la política hayan escogido como presidente de la Unión Europea a Herman Van Rompuy, precisamente un hombre grisáceo que estará escoltado por la ministra de exteriores Catherine Ashton, la reencarnación humana de Bob Esponja.
No nos equivoquemos, se trata de un nuevo ataque de los clones, los clones de los que se niegan a las listas electorales abiertas, los que impiden acotar los cargos electos a un máximo de ocho años, los clones que se parapetan en sus trincheras barrando el paso a los jóvenes que quieren hacer política con las manos limpias, los que se rodean de mediocres y hombres de paja para que no les lleven la contraria.
La cola de las lagartijas se regenera sola. La regeneración de la vida política necesita de nuestra opinión, de nuestra implicación, de nuestra respuesta. No hagamos bueno al psicólogo Gustavo Lebon cuando afirmaba que “La edad moderna representa el triunfo de la mediocridad colectiva."

viernes, 6 de noviembre de 2009

TRUCO O TRATO

El mes de noviembre de este año pasara definitivamente a la historia como el de la consolidación del halloween en el ámbito de las celebraciones sociales. Una consolidación impuesta que hemos aceptado como borregos que, al fin y al cabo, es lo que somos.
El atontamiento al que se ha dejado arrastrar el ciudadano medio, entre los que me cuento, hace que los incompetentes se adueñen de todas las circunstancias que nos rodean incluso de las mas sencillas como son las tradiciones de toda la vida. El escritor Francisco Ayala, recientemente fallecido, afirmaba que “la incompetencia es tanto mas dañina cuanto mayor sea el poder del incompetente”.
Tras aceptar sin pestañear celebrar todos los santos disfrazados de monstruos en lugar de comiendo castañas y panellets, tras adoptar a papá Noel en detrimento de la magia de los reyes de Oriente, tenemos que estar preparados para nuevos cambios. Y puestos a cambiar hagamos propuestas peculiares.
Que tal si al 1 de Mayo lo rebautizamos como Día del Parado. Que tal si el Día del Libro lo convertimos en el Día del Ordenador y, puestos ya, que tal si en lugar de calçotadas hacemos hamburguesadas. El Aplec del Caracol, para ser mas integrador, podría denominarse Aplec de Kebab, al ratoncito Pérez le llamamos Mickey directamente y al caganer Millet.
Las fallas de Valencia lo tienen fácil para adaptarse a los tiempos modernos y podrían pasar a titularse “Millenium” por aquello de la chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Por cierto, con tanto guiri no tardaremos en correr delante de bisontes en lugar de toros en los sanfermines.
Cinismo al margen, hay otro tipo de fiestas y celebraciones que con el tiempo han ido evolucionando tanto que no hay peligro de que se vean sometidas a la influencia de otras culturas. El Carnaval, por ejemplo, ha dejado de ser un evento puntual del calendario para convertirse en el día a día del mundo de la política y lo mismo pasa con los gigantes y cabezudos transitan por nuestras calles y plazas sin necesidad de formar parte de ninguna comitiva de fiesta mayor.
Lo del fútbol ya es otra cosa porque los pobres millonarios del balón que hasta ahora disfrutaban de nuestro paraíso fiscal tendrán que tributar como cualquier otro. Y esto si que puede suponer un cambio radical en nuestras vidas porque si se para la Liga las televisiones de pago tendrán que devolver el dinero a sus abonados a no ser que oferten retransmisiones de padel, la gran herencia que dejo Aznar entre las clases medias de nuestro país y que nunca se le ha reconocido como se debe.
Al pan pan y al vino vino. Los corruptos a la cárcel y que devuelvan el dinero que han robado, los que no defienden a nuestros pescadores de los piratas somalíes que dimitan, los que aspiran a gobernar que demuestren que son competentes en la oposición y nosotros a ver si nos ponemos las pilas porque nos acabaran metiendo mas goles que al portero aquel de la selección de Malta.
Se empieza aceptando Halloween como si nada y se acaba creyendo que Jorge Javier Vázquez es un genio de la comunicación porque le han dado un Ondas. Truco o trato.

martes, 20 de octubre de 2009

LA SEMILLA DEL DIABLO


El estramonio “Datura” es una hermosa planta conocida popularmente como “la semilla del diablo” por ser altamente toxica e incluso letal. Entre las primeras referencias al uso mágico de esta planta las encontramos en la cultura Romana, donde las devotas del culto a Baco se extasiaban utilizando esta planta. El estramonio, al igual que la mandrágora, ha formado parte de los brebajes mágicos de las ceremonias de brujería durante la Edad Media por las alucinaciones que produce.
A la vista de algunas cosas que están sucediendo últimamente en nuestro entorno he llegado a la conclusión de que algún malvado brujo, procedente de las más oscuras de las tinieblas conocidas, ha vertido algunas dosis en los depósitos del suministro de agua de boca.
Por mucho que lo intento, no le encuentro ninguna otra explicación a la decisión realmente alucinatoria del juez encargado del caso Millet de dejarlo en libertad sin fianza cuando a cualquier pobre desgraciado le meten entre rejas por fechorías que ni en cantidad económica ni en perjuicio moral se acercan al atraco del que presidiera el Palau de la música.
Es realmente psicotrópico que los corruptos y malversadores de fondos públicos se beneficien de beneplácitos con los que se priva al resto de los mortales, pero aun lo es más cuando estos beneficios se avalan desde la administración de justicia, la única administración que no se ha reformado después de tantos años de democracia.
Ahora que los políticos hablan tanto de la necesidad de realizar reformas estructurales sin que, como siempre, se entienda muy bien a que se refieren, no estaría mal que se plantearan que hay que hacer con un pilar tan básico en nuestra sociedad como es la justicia. Una justicia que todo el mundo reconoce que es lenta, que acumula causas sin resolver, que mantiene al funcionariado esclavizado entre tochos de papeles sin acceso a las nuevas tecnologías y, sobre todo, con muchos jueces que por llevar una toga se creen que son sagrados como las vacas en la India.
La opinión pública ya ha admitido que hay corruptos entre los políticos, entre los periodistas, entre los empresarios, entre casi todas las capas sociales, profesiones o aficiones, pero los jueces parecen tener una impunidad celestial que ni los curas pedófilos norteamericanos han conseguido. Es imposible, tal y como están las cosas, que la judicatura sea tan angelical como nos la pintan y también de ella hay que eliminar la semilla del diablo.
Las malas hierbas crecen por doquier y su poder nos hemos vuelto impasibles, nos ha convertido en impasibles. Encontramos normal que le den el premio Nobel de la Paz a Omaba. No nos rasgamos las vestiduras tras conocer que el gobierno de la Generalitat se gastó 10.000 euros en desplazamientos para la final de la Champions en Roma, nos importa un bledo que el PNV arremetiera contra todo cuando el PSOE y el PP pactaron, contra natura, para birlarles el gobierno vasco y ahora apoyen los presupuestos del gobierno central e incluso encontramos anormal que a Roman Polanski lo encarcelen para rendir cuentas de un delito de violación por el que quedo impune hace unos años cuando rodó, precisamente, la semilla del diablo.
De seguir así, igual vemos a Millet director general de instituciones penitenciarias.

lunes, 7 de septiembre de 2009

MENTES EN BLANCO


Inmerso en la confusión provocada por algunos ayuntamientos que han decidido convocar referendums independentistas, no se muy bien como convocar el mío para declarar, fuera del ámbito publicitario, la republica independiente de mi casa. Una república en la que si quieren que vea fútbol me tendrán que pagar y no como ahora que hay que hacer un master y pedir un crédito para abonarte a todas las plataformas que te ofrecen partidos hasta en la hora del bocadillo Los fabricantes de agendas electrónicas andan locos para ampliar las memorias, ya que las retransmisiones balompédicas necesitan un giga especial e incompartible con otros quehaceres.
Inmerso en esta confusión, la verdad es que tengo mucho menos miedo que hace unas semanas porque, como mínimo, tendré un entierro digno, digno y gratuito, una palabra completamente en desuso.
Una funeraria de Valladolid ha anunciado que correrá con todos los gastos de los sepelios de todas aquellas personas que cuando mueran estén en el paro. No es una medida que vaya a activar la economía, pero da una tranquilidad muy superior a la que transmite el Gobierno y los partidos de la oposición cuando se enfrascan en discutir sobre la materia.
La iniciativa de la funeraria de Valladolid dejara dormir tranquilos, por fin, a miles de personas que no saben que será de sus vidas en los próximos meses, pero que tienen asegurado que cuando finalmente se mueran de hambre, de desilusión o de pena descansarán en un féretro o los incineraran sin que ello suponga ningún gasto para ascendentes o descendientes.
Para el tipo al que se la ha ocurrido la idea sigue vigente aquella máxima del diseñador de moda Adolfo Domínguez “la arruga es bella”. El modisto, sin embargo, se refería a la arruga en la ropa y no en el cerebro, un cerebro capaz de transmitir un optimismo desbocado a costa de las penurias del vecino. Y es que analizando la propuesta, para morirse estando en el paro lo primero que hay que ser es joven y la mayoría de los jóvenes, por suerte, aun no piensan en morirse aunque anden un poco desesperados.
El anuncio no aclara por cuanto tiempo se mantendrá la fúnebre oferta, pero si lo del paro dura muchos meses mas tal vez sea necesario utilizar una caja para varios. Donde caben dos, caben tres.
Tampoco aclara que pasa si resulta que dejas este mundo porque un parado se tira por el bacón y cae sobre un funcionario de toda la vida con plaza fija y ambos fallecen. ¿Tendrán los mismos servicios fúnebres y gratuitos el suicida que el funcionario o lo del segundo pasa a ser una cuestión de Estado? La principal duda recae sobre los que algún día cobraran los 420 euros que les han prometido por no tener ninguna otra prestación. ¿Les consideraran parados a la hora de la muerte o pasan directamente a la categoría de supervivientes?
La cultura del todo vale esta tan generalizada que ya se ha instalado de okupa incluso con los temas relacionados con la muerte. La cultura del todo vale es un virus contra el que nadie se vacuna y buena falta haría. Nunca antes una cultura, como la del todo vale, había hecho tanto para enfatizar las supuestas virtudes del analfabetismo.

miércoles, 26 de agosto de 2009

LA QUE SE AVECINA

El verano del 2009 pasará a la historia como uno de los que han albergado mas componentes de transición, eso que se define como acción y resultado de pasar de un estado o modo de ser a otro distinto.
Embobados en este trance se ha recuperado la nevera portátil de toda la vida con su tortilla de patata fría, la carne empanada y las cervezas de oferta. Las marcas blancas han colonizado el consumo y los restaurantes se han enzarzado en una guerra fraticida con menús baratos que incluyen, como no, el tinto de verano.
Las grandes masas de bolsillos rotos también se han apuntado a devorar de forma adictiva la trilogía “Milenium” de Steig Larsson, una adicción que ha reducido las salidas nocturnas, las copas del chiringuito y el ligoteo propio de la canícula.
La transición también ha hecho acto de presencia en la reflexión sobre la capacidad de evolución del ser humano. En los mundiales de atletismo de Berlín, el jamaicano Bolt ha reabierto el debate sobre los límites de la velocidad del hombre. Sabemos ya que nuestra especie es capaz de correr mas deprisa, pero seguimos sin conocer hacia donde corremos y porque.
Los payeses, rompiendo el guión transitorio que nos habían impuesto al principio de la temporada, se han mantenido fieles a sus principios de siempre reclamando precios justos para los productos del campo. Unas reclamaciones que, también como siempre, quedaran en saco roto y unos precios que continuaran siendo injustos hasta que dejen de cultivarlos.
En este verano de impasse los políticos no han tenido vacaciones y se han dedicado a meterse los unos con los otros diciendo las mismas chorradas que en invierno o primavera. Supongo que han pretendido mantener la tensión para que el nuevo curso no les coja desprevenidos. Y es que la que se avecina no es moco de pavo.
A falta de vacunas, no se muy bien si la salud de los ciudadanos se verá mas afectada por la gripe o por la constante amenaza de subida de impuestos. Lo de la gripe, aunque no es de risa, hace gracia, una gracia que puede acabar en desgracia porque sinceramente creo que ni las propias autoridades sanitarias saben a lo que nos enfrentamos aunque lo quieran disimular. Lo de los impuestos ni tan siquiera hace gracia porque ya sabemos por experiencia que si a alguien afectará no será precisamente a los que nos han metido en todo este embrollo de la crisis.
Se avecina también un gran cambio en el panorama televisivo. Los famosos arruinados seguirán vendiendo sus suicidios imposibles y algunas cadenas insistirán en pagar a delincuentes para que nos cuenten sus penas en horas de máxima audiencia. Pero además, con los avances médicos conseguidos tenemos que estar preparados para operaciones de cambios de cara en directo con los atrevidos comentarios íntimos de los cara dura de siempre.
Con todo, puede ser un otoño muy extraño y Dios nos libre de que el Constitucional no falle contra el Estatut porque entonces estaremos perdidos, perdidos en un mar de declaraciones, manifestaciones, acusaciones y disfunciones de las que, desde luego los parados saldrán malparados. Y es que las transiciones mal gestionadas acaban en ruptura.

viernes, 3 de julio de 2009

SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO


Las noches de verano no son propicias para soñar. El calor, el sofocante calor al que estamos condenados a sobrevivir, provoca sudores tan extremos que la mente tan solo puede concentrarse en buscar una salida al sofoco. Los atrapasueños que cuelgan de algunas habitaciones están en huelga mientras presenciamos el entierro de forjadores de sueños tan dispares como Vicente Ferrer, Michael Jackson o Farra Fawcett Majors
El primero, se fue con funerales de Estado en la India, arropado por cientos de miles de sueños hechos realidad, sueños con futuro y de pasado incierto.
El segundo, se fue con la polémica que siempre ha envuelto su vida, desquiciado con el sueño de ser blanco y legando ensoñaciones musicales irrepetibles. La tercera, la tercera desapareció con el incumplido sueño de vencer al cáncer.
Con este panorama tan desolador estaría bien que el Centro de Investigaciones Sociológicas preguntara en sus encuestas por los sueños de los ciudadanos. Estamos acostumbrados a que siempre nos pregunten por las pesadillas: economía, terrorismo, inseguridad ciudadana, sanidad, pero nadie se atreve a preguntar por nuestro concepto de felicidad. Y no lo hacen porque tienen miedo de que nos demos cuenta de que sus prioridades no son nuestros sueños si no los suyos. Les horroriza que se cumpla el refrán que dice “soñaba el ciego que veía y soñaba lo que quería”.
Hace unos meses era impensable ver a personas teóricamente no marginadas rebuscando en los contenedores de basura. Ahora, con sus sueños truncados, esperan pacientes en las puertas traseras de los hipermercados para conseguir un botín alimenticio a punto de caducar. El record de uno de estos establecimientos esta en tirar sesenta pollos en un día, sesenta sueños con los que llenar sesenta mesas, en sesenta casas con sesenta familias. Los sociólogos, se han empeñado tanto en la globalización que hasta en la miseria lo han conseguido.
Al otro lado, lejos del mundanal ruido que hay en la calle, los dirigentes de las cajas de ahorro rebuscan en sus propios contenedores para alcanzar la fusión. Una fusión que, mira por donde, nadie se planteó en épocas de bonanza y que ahora la reivindican como lo mas normal del mundo porque ven retumbar los cimientos del sistema económico que ellos mismos diseñaron, el mismo sistema económico que sirve para avalar millonarios contratos futbolísticos mientras asfixia a los ahogados de siempre.
Cervantes escribió que “el sueño es el alivio de las miserias para los que sufren despiertos”. Pero se olvidaron de él en la declaración de los derechos humanos, en la decadente Constitución a la que nos tienen encadenados e incluso en el incumplido Estatut al que, menos Freud, todo el mundo interpreta como si en lugar de una ley se tratara de una alucinación onírica.
La viuda de Vicente Ferrer declaró hace unos días que su marido “mostró que es posible lo imposible”. Nos pasamos la vida culpabilizando a los demás de nuestras desgracias porque tenemos una voluntad incapacitada, sin la agilidad necesaria para seguir soñando aunque nos lo prohíban y, además, somos demasiado cobardes para reconocerlo.
No quiero que me vendan mas sueños ajenos y quiero que se cumplan los míos. Puestos a elegir, prefiero el sueño de Morfeo que la oreja de Van Gogh.

viernes, 19 de junio de 2009

OIDOS SORDOS


No es fácil distinguir el silencio de los corderos. Ningún silencio es fácil de distinguir excepto el que provoca la angustia de la indecisión. Es un silencio agrio, largo, obeso, entrecortado, casi insonoro.
Ella lo reconoció al tomar la indecisión mas grande de su vida. Dejo a un lado las agendas, las notas del bloc, el teléfono móvil, se negó a recordar los consejos que había ido acumulando y se descalzó.
Nunca antes se había visto descalza en la orilla del mar, nunca antes se había visto descalza en la orilla de ningún mar. Dio unos pasos tímidos y breves, dejo que el agua mojara sus pies y respiró hondo.
Estaba harta de tomar decisiones absurdas, de vociferar entre corros de valores bursátiles tamizados y sumergió sus pensamientos en el ir i venir de las olas. Fue entonces, solo entonces, cuando comprendió que todos los silencios no son iguales. Y es que no hay mal que por bien no venga.

jueves, 18 de junio de 2009

REBELIÓN EN LA GRANJA


REBELIÓN EN LA GRANJA.-
En las últimas elecciones europeas la mayoría de los ciudadanos decidieron no utilizar su derecho al voto y ejercieron el del pataleo, o sea la abstención. Los grandes partidos se equivocaron en la campaña, aunque les cueste reconocerlo, principalmente porque hablaron de todo menos de Europa. Otro gallo hubiera cantado si los estrategas de la comunicación electoral se hubieran centrado en cuestiones tan importantes como las normativas que se deciden allá, pero inciden aquí.
Una de estas normativas de la comisión europea es la obligación de que los productores de porcino tengan juguetes adecuados para que sus cerdos se diviertan amortiguando así el estrés que sufren estos brokers de la industria cárnica.
En las ultimas semanas inspectores de la Conselleria de Agricultura se personan en pocilgas catalanas levantando actas a los avispados granjeros que aun no han comprado los correspondientes artilugios que permitirían a los futuros jamones ser mas felices. Las actas derivan en multas y los pobres granjeros ya no saben si comprar pelotas, trenes eléctricos, mecanos, Barbies o proponerle a Florentino Perez que, sobrándole el dinero como le sobra, monte una fundación para asistir a los pobres cerdos huérfanos que tienen que heredar los juguetes que un buen día utilizaron sus padres.
La norma, como todas, no llega hasta el fondo de la cuestión y deja muchos vacíos legales. Nadie aclara si explicarles cuentos tipo “los tres cerditos” es bueno o pernicioso para el animal. Nadie aclara si hay que tratar a los cerdos de la granja como a los que llevan traje y viven a costa del dinero ajeno. Nadie ha pedido la opinión a los directamente afectados y sin un estudio exhaustivo de su perfil ocioso resulta complicado, muy complicado, acertar en el tipo de spa que hay que montar al cerdito valiente y sus compinches.
La administración competente también tiene que clarificar si los hijos de los granjeros pueden guardar sus ahorros en las huchas cerdo o si esa costumbre puede provocar algún tipo de depresión al gorrino mientras engorda. En Afganistán para ahorrarse todo este tipo de problemas solo tienen un cerdo, un solo cerdo alojado en el zoológico de Kabul que, en lugar de jugar, reflexiona sobre el poder de los talibanes.
Estamos hartos de que estar en Europa solo conlleve aceptar sus normas mientras nuestras administraciones son incapaces de imponer las nuestras. Exijamos a Bruselas la obligación de que todas las grandes superficies, que todas las multinacionales del hipermercado tengan en sus estanterías nuestra fruta prohibiendo, también por norma, la invasión de productos desaboridos venidos del mas allá. Obliguemos, también por norma, que los inspectores levantes actas y multen a los que nos imponen sus importaciones.
Los cerdos, sin saberlo, han ganado la batalla. Nuestros payeses, sin darse cuenta, están perdiendo la suya. Pero que nadie pierda la esperanza porque nuestros eurodiputados aun no han dicho la última palabra y están en ello, están a punto de conseguir que las zonas regables de nuestras comarcas se conviertan en un parque temático donde las nuevas generaciones aprenderán que la extinción de los hombres del campo fue incluso mas colosal que la de los dinosaurios. Un nuevo atractivo a tener en cuenta para los viajeros que utilicen el nuevo aeropuerto de Algüaire.

viernes, 5 de junio de 2009

UN DIA EN LAS CARRERAS

Apuntarse a caballo ganador es una de las grandes especialidades de la dieta social mediterránea, una dieta que aquí aplicamos en todas sus posibles vertientes.
En las últimas semanas he tenido la tentación de escribir sobre el Barça de Guardiola, pero me he contenido. Ha sido una contención intencionada y reflexiva porque, ya se sabe, que si te dejas arrastrar por la euforia lo mas probable es que todo acabe en un gatillazo. Por el contrario, los desmemoriados de siempre han hecho añicos sus principios para identificarse con algo que desdeñaron desde un buen principio.
Muchos de los que ahora babean, reivindican y aplauden al Barça de Guardiola no daban un duro por él hace muy pocos meses. Son los negativistas de siempre, los que se relamen con el mal fario ajeno, los que no confían en los demás porque nunca han confiado en ellos mismos. Son los mismos que ahora andan borrachos de sentimientos desmedidos y la próxima temporada arremeterán, de nuevo, con sus lloriqueos pesimistas cuando las cosas no vayan todo lo bien que podrían ir.
Nos quejamos de los políticos, pero no dejan de ser un reflejo de nuestros propios comportamientos. Los chaqueteros tienen la habilidad de distorsionar siempre la realidad y nos hacen ver fantasmas donde no los hay. Utilizan su videncia premonitoria de pacotilla para complicarnos las pocas posibilidades que tenemos de ser felices aunque solo sea por un instante. Inmediatamente después, cuando su pesimismo crónico sucumbe tienen las narices de arrebatar el protagonismo a los que siempre se han mantenido consecuentes con lo que son y con lo que piensan.
Estadísticamente, en la vida se pierde muchas más veces que se gana, pero la fe en los honestos hay que mantenerla hasta las últimas consecuencias asumiendo el riesgo de equivocarnos. Hay que enseñar a nuestros hijos a valorar a las personas que, desde su responsabilidad, creen en lo que hacen y son fieles a un estilo de vida marcado por el esfuerzo propio y el respeto a los demás. Algo que, evidentemente, no han aprendido del Barça de Guardiola los que para festejar unas victorias en las que nunca creyeron se dedican a destrozar, destrozar y destrozar.
El día de las elecciones europeas me fui al mercadillo de Torrefarrera. Ejercí de delincuente contra las multinacionales de las marcas y compré un objeto en un top manta. Tras el miserable juego del regateo, pagué dieciocho euros de los que, según su propia confesión, el vendedor alegal se llevaba dos. El resto son para el mafioso de turno que tiene todos los papeles en regla y le suministra las falsificaciones, el mismo tipo de mafioso que utiliza nuestros democráticos votos para sus inconfesables intereses personales, el mismo tipo de mafioso que contrata temporeros bajo precio para reventar el mercado laboral, el mismo tipo de mafioso que se duerme en los palcos viendo jugar al Barça de Guardiola porque tiene miedo de sentirse identificado con simbologías que defienden a ultranza la honradez y la lealtad.
Podemos y debemos apostar por la naturalidad, por los jinetes que acarician a sus yeguas y no por los que solo saben torturarlos con la fusta, podemos y debemos apostar por la buena gente, por los que son inteligentes y no alardean de ello. A mi como a Chaplin “me gustan mis errores y no quiero renunciar a la deliciosa libertad de equivocarme”.

miércoles, 20 de mayo de 2009

CIRCULO DE ENGAÑOS

La peor sensación que puedo tener es la de que me tomen el pelo y últimamente la tengo desde que me levanto hasta que me voy a dormir e incluso tengo miedo de percibirla en sueños.
Normalmente las victimas de timos son pasto de su propia avaricia. Las estafas contienen un grado de percepción similar, pero con más categoría, una categoría similar a la del fraude. La tomadura de pelo no, la tomadura de pelo esta tan mal planeada por quien lo intenta que se te queda cara de imbécil porque lo ves venir y, aun así, te deja mas calvo que Yul Briner.
Visto lo visto en el último debate del estado de la Nación y la posterior resaca con las proposiciones votadas tengo la sensación de que , entre todos, me quieren depilar hasta las cejas.
En pocos días hemos pasado de tener ordenadores portátiles para todos los alumnos a no saber quien pagara el festival de final de curso. En pocos días se ha creado tal confusión con las ayudas a la compra de coches que los responsables de los concesionarios gastan mas en Tranquimacin que en descuentos. Y lo mismo con la desgravación de la vivienda, la ampliación del subsidio de desempleo, la píldora del día después, las compensaciones para los ceperos del Segarra-Garrigues o las obras de la autovía.
Es como si gobernantes y oposición se hubieran puesto de acuerdo para tomarnos el pelo de forma descarada, si ambigüedades, haciéndonos creer que son muy listos por engañarnos, darnos esquinazo, alimentando la farsa de la oratoria y convirtiéndola en burla. Y mira que es difícil que gobiernos y oposiciones se pongan de acuerdo en algo en este santo país de países, pero para dibujarnos con cara de pardillos van y pactan lo que sea y como sea.
La sensación de tomadura de pelo se amplia cuando nadie se pone de acuerdo con las consecuencias de la nueva gripe mientras las multinacionales farmacéuticas no hacen mas que subir en la Bolsa, cuando los que ni tan siquiera olieron el catacrack financiero aseguran que ven “brotes verdes” de recuperación o cuando nos venden la moto, esta con descuento, de que los que identificaron como el CSI de Malabo los cuerpos del Yak-42 lo hicieron de buena fe.
Desde que nos pegaron el cambiazo de la peseta por el euro esto de tomarnos el pelo se ha convertido en una triste costumbre y ya se sabe que las costumbres, en Derecho, acaban por convertirse en leyes. Leyes que se han impuesto sin bendición, leyes que nos obligan a comprar tomates que parecen serrín y no untan a quinientas pesetas el kilo, leyes no escritas porque son injustas.
Ajenos a todo esto, dos adolescentes conversan a mi lado sobre la excursión de final de curso. El mas bajito le explica entusiasmado a su amigo que los de su clase irán a la Costa Brava. Tras el largo entusiasmo un silencio, un silencio corto, corto pero intenso, que se desencalla cuando el chico dice: “pero yo no iré porque mi madre se ha quedado en el paro y no estamos para gastos extras”.
Los payasos de la tele hace años que se jubilaron, pero parece ser que hay quien piensa que tenían demasiada audiencia como para no seguir sus pasos. Podemos y debemos romper el círculo de engaños o, por lo menos, que alguien nos subvencione el próximo corte en el peluquero.

viernes, 24 de abril de 2009

FAHRENHEIT 451


El dragón ha regresado a su cueva, Sant Jordi no sabe que hacer con todas las rosas que se le han marchitado y los libros, los libros vuelven al ayuno como cada año después del 23 de abril. Son como la soledad del corredor de fondo.
El 45,4 por ciento de la población española no lee nunca o casi nunca, según el barómetro de hábitos de lectura realizado por la Federación de Gremios de Editores de España. Aun siendo poco amante de las estadísticas, la del índice de lectura de mis conciudadanos me persigue desde la mas tierna infancia cuando mi padre me regalaba novelas de Julio Verne. Me persiguen y siguen provocando el mismo pánico que entonces.
Dicen que ahora los jóvenes leen más que nunca porque se pasan el día tecleando mensajes telefónicos encriptados donde la ortografía ha dejado de ser una norma, la misma pobre norma que guillotinan en sus comunicaciones interestelares del Messenger. Y ¿a quien le importa? Pues sinceramente a nadie.
Está demostrado que, en épocas dictatoriales, lo que menos les interesa a los gobernantes es que el pueblo este instruido. Está demostrado que un pueblo que no lee queda tetrapleijico para la reflexión y el análisis. Los libros de alquimia de la enciclopedia de Alejandría fueron quemados en el año 202 por orden del emperador Diocleciano. En 1933 los nazis convirtieron en cenizas miles de libros considerados antigermanos y una de las primeras acciones de Pinochet en Chile fue condenar a la pira centenares de publicaciones consideradas peligrosas para el nuevo régimen.
En democracia todo debería ser diferente, pero todo no lo es. Bien es cierto de que a nadie se le ocurre organizar la fiesta de la quema del libro, pero se sigue “quemando” a los futuros lectores en las escuelas obligándoles a sufrir con títulos aburridos que sistemáticamente se mantienen como ejemplos de lo que deberían ser y no son.
El escritor y periodista brasileño Mario Quintana llego a la conclusión de que “los verdaderos analfabetos son los que aprendieron a leer y no leen”. Por mi parte añadiría que los gestores mas nefastos de nuestra cultura son los que deciden fomentar la lectura de los niños encadenándolos al Quijote o a Tirant lo Blanc, secuestrándolos y extorsionándoles con La Regenta y los Campos de Castilla. Es como empezar la nutrición de un bebé con un estofado de ternera en lugar de leche adaptada. Es imposible digerir literatura clásica sin haber pasado antes por un aprendizaje sutil, seductor y amable que provoque devorar papiros de forma innata.
Es curioso, curioso y triste, que los libros mas vendidos por Sant Jordi sean siempre los que dicen escribir personajes mediáticos, personajes televisivos cuya mayor gloria para la literatura es transmitirnos sus gracias, sus cotilleos, sus recetas de cocina o sus astracanadas. Es curioso, curioso y triste, que los más pequeños prefieran libros que huelen a narraciones que perfumen la imaginación.
Según Antonio Muñoz Molina “leer es el único acto soberano que nos queda” y todo parece estar organizado de tal forma para que generación tras generación la máxima se convierta en un efímero sueño.
Muchos institutos de cultura y poca cultura en los institutos. La hoguera de las vanidades.

miércoles, 22 de abril de 2009

CUANRENTA Y NUEVE VEINTITRES DE ABRIL

"Leer es el unico acto soberano que nos queda"
( ANTONIO MUÑOZ MOLINA)


"Los verdaderos analfabetos son los que aprendieron a leer y no leen"
(MARIO QUINTANA)

martes, 7 de abril de 2009

EL MUNDO EN SUS MANOS


La emoción me embarga. No son las hipotecas, ni los bancos, ni la hacienda pública sino que es la propia emoción la que me embarga al comprobar que los países mas ricos del mundo han encontrado la solución a sus problemas, sus problemas que no son ni los míos, ni los de los que pierden el trabajo cada día que pasa.
Puestos a pasar, en la cumbre del G-20 pasó inadvertida una cifra. Con los 8.420 billones de dólares de dinero público comprometidos por los gobiernos del mundo rico para el rescate del sector bancario podría eliminarse la pobreza mundial durante los próximos 50 años. La cifra invertida en inyecciones de capital, comprar activos tóxicos, créditos subvencionados y garantías de la deuda equivale a mas de 1.250 dólares por cada habitante del planeta. Elevar por encima del umbral de la pobreza, 1,25 dólares diarios, a 1.400 millones de personas costaría 173.000 millones.
Los datos son de la oenegé Oxfam, un colectivo que, como muchos otros, no fue invitado a la reunión del G-20, un colectivo que, como muchos otros, están hartos de que la macroeconomía la diseñen los que desayunan con caviar de Beluga, los que niegan la hambruna del mundo y se escandalizan de los que niegan las cámaras de gas del holocausto, los que confunden la cola del paro con la del supermercado.
Mira por donde, uno de los principales causantes de tanta zozobra son los paraísos fiscales. Tras décadas de indudable desfachatez, los mismos que tienen a buen recaudo todo el dinero que nos han robado a fuerza de especulaciones, anuncian que van a luchar contra cuentas secretas y cajas de seguridad inviolables, pero sin desvelar como pagaran los servicios prestados por los avaros a los que Moliere ya denuncio en su día sin que sirviera para mucho.
Por si esto no fuera suficiente, frente a esta pandilla de cínicos nos encontramos con los que se manifiestan en contra de la globalización y han acabado por globalizar la kale borroka, los que por sistema van de antisistema pregonando que la solución pasa por destrozar escaparates, mobiliario urbano o saqueando tiendas, los que, como los fachas, solo son valientes si van en grupo y con la cara tapada.
Protestar contra todo sin dar soluciones ayuda mucho. Sobre todo ayuda a los que no tienen ningún interés en solucionar nuestra crisis, la crisis del peón y la del pequeño comerciante. Protestar contra todo sin dar soluciones ayuda a que la policía, también en grupo y con la cara tapada, se sienta fuerte para aporrear a diestra y siniestra con total impunidad. Como diría M. Brickman “Estoy horrorizado, no se si el mundo esta lleno de hombres inteligentes que lo disimulan o de imbéciles que no se recatan de serlo”.
Y la emoción me sigue embargando y me embarga hasta tal punto que ya no tengo lagrimas con las que llorar ante tanta desvergüenza y ante tanta ineptitud. Cada cual seguirá desempeñando su rol, pero nadie nos puede impedir que nos descrucemos de brazos y empecemos a remar contra corriente. Vale mas ser pirata que alistarse a la marina.

martes, 31 de marzo de 2009

GASES NOBLES


Después de que los “expertos” se hayan cansado de utilizar la palabra “refundar” para no autocriticarse, por no vaticinar una crisis que todo el mundo veía venir, los amigos de la confusión vuelven a la batalla. Ya dejé claro en una ocasión que “refundar” no existe ni en el diccionario, pero menos aun las reformas estructurales o la geometría variable que tanto les gusta utilizar a unos y a otros.
Los inventores de lo inexistente se han empecinado con la necesidad de reformas estructurales porque de algo hay que hablar y hay que transmitirle al ciudadano la necesaria desinformacion para que se convenza de que los gobernantes y los que aspiran a ello son mucho más inteligentes. Y lo mismo pasa con la geometría variable, una frase hecha por los propios políticos que se podría traducir con “todo vale mientras me mantenga en la cima del poder” a pesar de no tener escrúpulos, ni ética ni estética.
Así las cosas, los problemas de fondo siguen sin resolverse y todo el mundo esta entretenido, todo el mundo menos yo que ando muy preocupado por una noticia publicada en las ultimas semanas.
Resulta que el tres por ciento del CO2 que emite el Estado español se debe a las ventosidades de los animales. El estudio, encargado por el Foro Interalimentario, concreta que son los pedos de las vacas los principales causantes de estas emisiones contaminantes. Otros estudios estadísticos de organizaciones ganaderas nacionales coinciden en que las comunidades de Castilla-Leon, Extremadura y Andalucía son las que concentran mayor número de reses y por tanto de cuescos.
No deja de ser curioso que el mal llamado fondo de solidaridad del actual sistema de financiación autonómico nutra, principalmente, a las zonas del Estado en las que más flatulencias vacunas se experimentan, mientras que a Catalunya, a la cola del citado ranking ganadero, se le sigue negando lo que es suyo.
Si el número de pedos de las vacas es proporcional a los ingresos que se reciben de las arcas del Estado no vamos bien, no vamos bien o nos hemos equivocado de estrategia, como muchas otras veces, y aquí es donde se tienen que notar a los auténticos patriotas.
Debería ser la propia Conselleria de Agricultura, con el apoyo de todo el Gobierno de la Generalitat, la que facilitara que cada catalán apadrinara una vaca. Necesitamos hacer crecer nuestra cabaña, pero no con razas de calidad sino con verdaderas expertas en el arte de expulsar efluvios estomacales, necesitamos vacas que tengan facilidad extrema en generar llufas, bufas y pedorretas. No importa que sean silenciosas o estrepitosas, no importa que den buena o mala leche ni que estén alimentadas de forma ecológica, solo importan sus gases, los vientos del tercer ojo.
Camilo José Cela, que además de buen escritor fue un claro exponente de la España profunda, no tuvo reparos en tirarse un pedo cuando ocupó el escaño de senador, por designación real, allá por el año 1977. Lo hizo, vaya casualidad, cuando el mosén nacionalista Lluis Maria Xirinachs, explicaba en la cámara alta su idea de Estado federal. Primero Cela y ahora las vacas. Olvidemos la comida de fusión y comamos mas judías. Cada catalán un voto, cada catalán un pedo. A ver si así se enteran o por lo menos lo huelen.

viernes, 13 de marzo de 2009

ERECCIONES GENERALES

El lapsus lingüístico del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al pronunciar la palabra “follar” en reciente rueda de prensa ante su colega ruso Dimitri Medvedev, abre las puertas a un montón de posibilidades para entender que la “erótica del poder”, que se reivindicó durante la transición, esta mas vigente que nunca.
Por suerte o por desgracia, el sexo y la política siempre han ido de la mano. En cuestiones económicas, por ejemplo, todo lo que sube baja y todo lo que baja sube. El tamaño de las medidas anti crisis importa mucho y las empresas necesitan con urgencia líneas calientes de crédito para penetrar en los mercados. De condonar la deuda a los países pobres ya no se habla, pero seguro que las oneges insistirán en algo que dura lo que dura…
En política exterior, sin un buen francés en la presidencia de la republica vecina es muy difícil luchar contra ETA y ahora un beso negro de Obama puede recomponer las deterioradas relaciones bilaterales con Estados Unidos. La que se encargará de ello será la señora Clinton, señora de aquel que se lo hacia con las becarias, es decir una experta para que la ropa sucia se lave en casa.
En el ámbito autonómico, algunos viciosillos preferirían que hubiera marcha atrás, sobre todo en cuestiones de financiación, pero la mayoría estamos por empujar hasta el fondo diga lo que diga el Tribunal Constitucional. Las relaciones orales ligadas a las políticas lingüísticas ya son otra cosa porque con lo de la posición de las lenguas en el Estado aun hay mucha polémica. En el Congreso no esta autorizado que cada uno utilice su propia lengua y esta establecido que se utilice la del vecino. Para según que cosas esto representa una autentica marranada, marranada que también aplican en el Parlamento europeo y que deberían solucionar con mas mano izquierda.
Hablando de mano izquierda, con las pajas también pasa otro tanto. Nuestros políticos siempre están mirando la paja en el ojo ajeno ejerciendo un voyeurismo alarmante sobre los problemas de sus contrincantes sin perder ni un minuto en anticiparse a la corrupción que conllevan los malos hábitos propios. Eso si, la utilización del modo vibrador de sus teléfonos se ha generalizado porque a nadie le gusta que le molesten cuando actúa en público.
La política lleva años aplicando posturas del kamasutra a la hora de formalizar pactos. En Catalunya costó romper con el tabú, pero finalmente se atrevieron con a practicar el “menage a trois” del tripartito, en el país vasco Patxi Lopez prefiere la del sometido por el PP a la del misionero que desde siempre ha practicado el PNV, siempre encima, siempre encima. Y como consecuencia de los resultados vascos el PSOE se vera abocado a una autentica orgía parlamentaria. Rajoy y Aguirre intentaron algo mas novedoso, lo del helicóptero, pero casi acaba mal.
La sinceridad de Zapatero, al decir en público lo que todo el mundo piensa en privado, permite plantearse morbosas posibilidades de futuro. Este mayo se cumplirán cuarenta de aquel famoso 69 y hay que aprovechar la ocasión para recordar que no es tiempo para sumisos. No sea que con lo de la crisis les de por fomentar las relaciones sadomasoquistas ejerciendo ellos, como siempre, el papel de ama.


El periodista iraquí que "atentó" contra Bush con un zapato ha sido condenado a tres años de carcel por su accion, una accion que deberia haber sido recompensada con un premio en lugar de ser castigada.

Deberiamos seguir el ejemplo y recuperar todos esos zapatos que algun dia tiramos a la basura para poder lanzarlos contra las basuras humanas cuando sea necesario

miércoles, 11 de marzo de 2009

EL TEMPS NO ESPERA

La nit continua tant fosca com sempre. No hi ha temps per la llum i l’ambient es gris. Els ulls ploren pel fum, però no estan tristos. Els cabells sempre han estat despentinats per la impaciència. Tu i jo ho sabem, tu i jo hem deixat de tancar les portes per que no hi ha res que amagar. Cap dels dos te res excepte la solitud del temps que passa. El silenci ha cremat tots els sorolls i tan sols ens queda la respiració, aquell alè embafat de gelosia que tantes vegades hem embolicat lligant els llavis amb petons de gel.
Mai sabre mes que tu, mai mes podré contar-te contes de fades nues per que fa temps que has deixat d’escoltar-me, fa temps que has deixat de sentir-me. El temps s’ha escapat i ens hem quedat sols creien que el que veiem al mirall es culpa dels errors.
Avui te vist dormint amb la cara protegida entre els palmells de les mans. Semblaves tranquil·la però el batec del cor era intens com si els follets del inconscient juguessin
amb els sentiments perduts, com si busquessin les olors que van veure a l’ultima abraçada. Ens han pres els somnis i no hem estat capaços de defensar-los.
A vegades hem veig com un dibuix animat, real i irreal al mateix temps, a vegades hem veig com un dibuix desanimat que busca el seu lloc en una historia de humans sense colors. Ens hem convertit amb protagonistes d’una historia amb blanc i negre que no te futur per que, en realitat, mai ha tingut passat.
Si estimar es difícil encara ho es mes deixar-te, deixar-te estimar comporta compartir i mentre tu continues dormin, aliena a la foscor del nou dia, jo camino pel passadís convençut que ja no val la pena. Son tantes les cortines que tapen el futur que mai mes podrem mirar per la finestra. El nostre amor s’ha quedat cec i es fa mal a les cantonades, el nostre amor s’ha fos i ja no hi ha temps per la revolta. I es que el temps no espera.

martes, 10 de marzo de 2009

BOLERO

La luz grisácea de las nubes hizo mella en la adorable mañana. Las niñas abrían las cajas de los recuerdos esparciéndolos por el suelo muy lentamente. Max, mi perro, las miraba con sus brillantes ojos y uno de los recuerdos impacto en su trufa.
Han pasado varios días desde aquello y Max sigue oliendo el pasado, un pasado construido a base de tartas de manzana, azabache, gotas de azahar, amor y melancolía.
La esencia de la tristeza ha desaparecido y, aunque estoy solo, la oscura noche ya no me da miedo. El futuro incierto me motiva y archivar los sentimientos ya no es una ocupación desagradable.
Desde que conseguí este trabajo he comprendido que hay gente mucho más insignificante que yo.

sábado, 28 de febrero de 2009

PERSEVERANCIA


"Al cumplir los setenta años me he impuesto la siguiente regla de vida:No fumar mientras duermo, no dejar de fumar mientras estoy despierto y no fumar mas de un tabaco a la vez"

(Mark Twain)

EL DIA DE LA MARMOTA

El gato negro estaba triste. El olor a mandarina era horrible. Hay gente que piensa que el olor que desprende la mandarina en el momento de pelarla es un perfume. Sin embargo, el olor a mandarina es tan intenso, tan volátil, tan denso, tan acaparador, tan brutal que es absolutamente desagradable. El olor a mandarina es lo peor, peor aun que la tristeza que tiene el gato negro.
Y no es el único. La gente esta triste, la gente esta preocupada, cansada, tensa.
Nadie no sabe muy bien lo que realmente pasa, pero la ciudad es diferente. Tampoco es que haya sido una cosa de repente, pero la verdad es que ha sorprendido. La mayoría esta confusa.
Los circos con animales están prohibidos. La conciencia ecologista ha llegado a las instituciones. Los políticos han hecho suya la reivindicación decretando reglas que prohíben los espectáculos con animales.
Pero no especifican y la gente aun esta mas confusa. Los circos han muerto. El equilibrista, el malabarista, el mago, el payaso, la contorsionista, el músico y, por su puesto, el intrépido domador han muerto. Las normas no aclaran si los hombres, las mujeres y los niños que viven en los circos están considerados animales.
Y todo porque algo está cambiando. En los últimos días los fumadores han perpetrado varios atentados. Oficialmente no se han hecho públicos para que la población no se alarme, pero en varios pueblos del País Vasco y de Catalunya se han visto grupos organizados de fumadores que se dedican a invadir zonas prohibidas y nunca son detenidos.
El otro día en la radio uno de estos fumadores exigía al gobierno la abolición de la ley antitabaco o de lo contrario amenazaban con declarar una guerra.
Pero la guerra ya ha dejado de estar de moda. La guerra, cualquier guerra, ha perdido confianza en si misma y esto la hace aburrida. Las guerras no interesan. La gente esta demasiado ocupada en sus cosas y no quiere que la molesten. Ni tan siquiera con guerras.
En cualquier momento suena el teléfono y todo cambia. Una amiga de tu mujer pregunta por ella, pero ella no esta. La amiga habla, da conversación y no es necesario. La gente se crea obligaciones y nadie sabe porque tanta historia si al final todos queremos lo mismo.
Ahora el problema se esta agravando. Es como si de un momento a otro aparecieran los hombres de gris de “Momo”. Las niñas no llevan coletas. Nadie se acuerda de hacer trenzas y los coches andan todo el dia con las luces apagadas para no gastar. Los taxistas no se atreven a conducir de noche. Tienen miedo a morir.
La noche cada día es mas larga porque el insomnio aumenta. Las pastillas han dejado de ser eficaces y no dormir se ha convertido en una especie de epidemia. Los investigadores no se ponen de acuerdo por lo que se desconoce si puede tratarse de una enfermedad contagiosa. Y si así fuera aun quedaría por descubrir cuales son las vías de contagio. Hasta entonces no hay prevención que valga y hay que intentar pensar solo en uno mismo. Si no dormimos no soñamos, sino nos dejan dormir no nos dejan soñar. Si estamos mucho tiempo sin soñar y después nos volvemos a dormir podemos sufrir unas pesadillas terribles. Las pesadillas son malos sueños, imposibles de recuperar.
Hay gente que quiere volver a sentir corriendo contracorriente. Es gente segura de si misma, directores de banco eficientes, conductores de autobuses interurbanos, charcuteros, vendedores de periódicos, amasadores de pan con el horario cambiado, borrachos arrepentidos seguros de que nada volverá a ser igual, fotógrafos de blanco y negro, carpinteros, zapateros y pinochos.
La noche se lo impide porque esta a oscuras adueñándose de todos los rincones. Y alguien despertó buscando a alguien a su lado.
El otro día, por ejemplo, me fui al cine. El titulo no importa. Era una pelicula en la que pasaba algo. En la sala con un aforo aproximado de sesenta personas, solo estábamos una docena y de los doce la mitad íbamos solos. El cincuenta por siento de la gente que va al cine lo hace sola porque se refugia, se esconde. La mitad de la población va al cine para que no la encuentren. Asi no se puede seguir . Hay muchas formas de hacerse escuchar y entonces es cuando por primera vez aparece el tiempo. Llega el momento de mirarse el reloj. Cualquier excusa sirve y las coartadas se disparan. Hay relojes en la cocina, en la habitación, en el comedor, en la salita de estar, dejamos los relojes en el baño, los neones de las farmacias marcan la hora, los pitidos de la radio a las medias y en punto, en los programas deportivos hay minuto y resultado, encima de los licores de los bares, en la pared, en la pared de las estaciones de metro, de tren, de autobús, en las paradas de los mercados.
Hay relojes dispuestos a encontrarnos para que les miremos fijamente, con disimulo o de reojo. Ellos marcan el tempo.
La soledad continua mal vista. Los médicos no se atreven a prescribirla y se escudan en normativas vigentes. La seguridad social se debate entre atender a los solos en urgencias o desviarlos a los centros de asistencia primaria como solución provisional. En los foros internacionales nadie se atreve a hablar de pandemia, pero los indicadores que regulan el estado del bienestar están ahí.
Las revistas del corazón se han quedado sin fotos trucadas, las han gastado todas y las mentiras están dejando de cotizar en bolsa. La comisión de valores esta desbordada con tantos expedientes .

REGRESO AL FUTURO




Naci en los 60


En los 70 queria ser hippy


En los 80 queria ser nouvelle vague y new wave


En los 90 queria ser olimpico


En el cambio de milenio me perdi


En el siglo XXI quiero ser letra de Hip Hop




"ES MEJOR UN CONTENER QUE TENER QUE LAMENTAR" (DNoe)




viernes, 20 de febrero de 2009

LOS PAJAROS

LOS PAJAROS.-
La publicidad subliminal siempre ha sido una leyenda urbana. Me refiero a esos supuestos mensajes que, supuestamente se incluyen en películas e imágenes fijas y que los ojos no son capaces de distinguir, pero que penetran en la mente.
Leyenda urbana o no, analizando la filmografía de uno de mis directores favoritos, Alfred Hitchcock, he llegado a la conclusión de que fue precisamente él quien propició un movimiento ecologista radical que ni los mas verdes del momento han conseguido implantar.
El mensaje no explicito que se deriva de “Los pájaros” ha cuajado en algunos sectores de nuestra sociedad hasta tal punto que no somos capaces de comprender su magnitud. El planeta de los simios se queda corto con lo que esta a punto de pasar con el oscuro poder de las aves y para muestra un botón.
Como el que no quiere la cosa, las palomas hace años que actúan como avanzadilla de la subliminal sociedad que están creando los animales del reino de las plumas. Las ves al acecho en cada rincón, en cada plaza, en las azoteas, vigilan las esquinas y nos bombardean silenciosamente con sus corrosivos excrementos. Las cigüeñas aparecieron en una segunda fase de la ofensiva. Nadie sabe muy bien porqué, un buen día decidieron instalarse en nuestras ciudades olvidándose de su tradición migratoria, nadie excepto los diseñadores de la operación “pico salvaje” porque actúan como vigías observando cada paso, cada movimiento de los humanos a pie de calle.
La estrategia militar deja muy claro que cuando se intenta invadir un territorio lo primero que hay que hacer es inutilizar los aeropuertos. Una misión imposible que consiguió hace años la famosa alondra Dupont en Alfes y que aun hoy tiene consecuencias.
Posteriormente vendrían los batallones de sison, ganga y alondra ricotí que, a través de lobbys presuntamente ecologistas, están intentando conquistar todo el territorio que iba a ser destinado al progreso de los hombres del campo: el canal Segarra-Garrigues. Esos mismos lobbys han conseguido que la Unión Europea conceda dos millones de euros para la protección de la perdiz nival y el grévol, dos especies que en poco tiempo controlaran los consejos de administración de las principales pistas de esquí del pirineo. Y, por si fuera poco, el vencejo se ha introducido en la futura remodelación del Camp Nou con el único objetivo de hacerse con los derechos de explotación del fútbol televisado.
Hitchcock no hizo más que plasmar abiertamente como acabara todo esto y dejo claro que el hombre será aplastado por una nueva especie inteligente como ya pasó con los dinosaurios. “Tener pájaros en la cabeza” dejará pronto de ser una frase hecha y tomará valor el “vale mas pájaro en mano que ciento volando”.
Sabíamos que no hay que criar cuervos por aquello de que te acaban sacando los ojos, pero nadie va impedir que vuelvan las oscuras golondrinas y que el pájaro loco controle nuestro espacio vital. El futuro es de los pájaros y como luchar contra ellos parece tarea imposible hay que empezar a probar el alpiste para acostumbrarnos a una nueva era, esa era a la que algunos hipócritas se atreven a denominar sostenibilidad medioambiental, una era en la que todo el poder estará en manos de las aves carroñeras.

miércoles, 18 de febrero de 2009

ARDIENTE PACIENCIA

Hay que tener paciencia. En la vida las cosas importantes no ocurren con la rapidez deseada y los impacientes están abocados al fracaso. Lo que pasa es que la paciencia no se regenera por generación espontánea y hay que alimentarla de esperanzas reales y no de hipotéticas utopías llenas de buena o mala voluntad.
Cuando un alto cargo político habla y dice con las mismas palabras lo que hablan y dicen los ciudadanos se produce una simbiosis tan inusual como admirable. Que el Ministro de industria, Miguel Sebastián, diga que se le está acabando la paciencia con los bancos, por no trasladar a la calle el dinero que utilizan para tapar sus propios agujeros y vergüenzas, da mas alas que el Red Bull. Da alas a los que se empeñan en sobrevivir a una crisis económica, las pequeñas y medianas empresas, que ha sido provocada por los que ahora tienen que hacer frente a inversiones especulativas e incluso fraudulentas.
Lo curioso del caso, es que el debate que ha abierto el Ministro de Industria sobre la paciencia demuestra que no todos los altos cargos políticos tienen las mismas reservas de esta aparente virtud que convirtió a Job en santo. Y entonces pasa lo de siempre. El que espera desespera, la cruz de más excelencia es la cruz de la paciencia y, como dijo alguien, las cosas van mal, pero con un poco de paciencia pueden ir peor.
La paciencia de los ciudadanos no es ilimitada como la del dirigente socialista Jose Blanco y no lo es con la actitud de los banqueros, pero tampoco con los que han demostrado no saber gestionar el ecologismo con el Canal Segarra-Garrigues, con los que construyeron un Eix Transversal que se quedo pequeño el día después de la inauguración, con los que traman tapar tramas de espías, con los que siguen pensando que hay mas kilómetros de Barcelona a Lleida que viceversa ni con los que en lugar de buscar soluciones reales para el paro miran hacia otro lado y reinventan el calendario escolar. Tampoco habrá paciencia con los que levantan un aeropuerto en Alguaire sin tener la mas mínima idea de cómo funcionara.
La limitada paciencia del Ministro de Industria es fruto de la frustración, la frustración del que quiere y no puede, la frustración del que cansado de confiar desconfía hasta de su propia suerte, la frustración del que necesita que alguien con poder diga que esta del lado de los buenos y no de los incompetentes.
Hace unos días, un hombre se encerró en su furgoneta y amenazó con quemarse a lo bonzo porque el ayuntamiento de Madrid le debe, desde hace cuatro años, 400.000 euros. La policía consiguió que depusiera su actitud y le detuvo, le detuvo a él en lugar de a los ladrones institucionales que le han llevado a la desesperación. La noticia ocupo poco menos que el espacio de una esquela de tamaño normal. La esquela de la paciencia esta lista para publicar.
Luchemos para que el Ministro de Industria siga hablando, ayudémosle para que siga diciendo lo que piensa, convirtámoslo en un icono del político positivo y necesario para el sistema democrático y apartemos de nuestros votos a los que menosprecian el sentir popular. Alerta porque con paciencia y vaselina el elefante jodió a la hormiga.

GORILAS EN LA NIEBLA

El año que acabamos de estrenar se significará por diferentes cuestiones, como todos los años, pero la más especial será la imaginación. Dicen los expertos que en tiempos de crisis se agudiza el ingenio y yo añado, el ingenio y el genio.
Los ateos, que al parecer no sufren ninguna crisis existencial, se han puesto manos a la obra pintando lemas en autobuses de Londres y Barcelona con lemas en los que reivindican su libertad de opinión. La Iglesia, la católica, sigue embarcada en su crisis perpetua, mientras que los evangélicos ya han anunciado que contraatacaran con una campaña de loas cristianas.
Mientras tanto, la ONU ha declarado el 2009 como el Año Internacional de los Gorilas, una especie en vías de extinción de la que los mas optimistas dicen que quedan unos 200.000 en todo el planeta y los mas pesimistas solo 6000.
Es curioso que la ONU, que siempre llega tarde a la hora de resolver conflictos en los que esta en juego la supervivencia humana, tuviera planeado desde el pasado año dedicar intensamente sus fuerzas para que en los 365 días de este nos concienciemos de que los grandes monos, nuestros verdaderos antepasados, están a punto de desaparecer.
La iniciativa llega tarde para Copito de Nieve, pero puede significar el resurgimiento de King Kong. Una prueba palpable de ello es que en la franja de Gaza han empezado a dejar sueltos a los monstruos de siempre, esos a los que la ONU no solo protege de año en año sino a los que da carta blanca de por vida para acabar con la vida de terroristas, de terroristas y de niños, de mujeres, de ancianos, de jóvenes que viven en un campo de concentración desde que nacieron, de hombres huérfanos, de humanos en peligro de extinción.
Muchos kilómetros más allá, otros monstruos, los del monopolio del gas ruso deciden cortar el suministro a media Europa. Los bosnios, que en su día estuvieron a punto de extinguirse por el nazismo postmoderno, tienen que afrontar de nuevo un invierno crítico sin una estufa en la que calentar su precario futuro.
Visto lo visto, los ateos tienen razón en poner en duda la existencia de Dios porque esta claro que muchos habitantes de la Tierra solo han conocido el infierno. Los cristianos también tienen razón en reivindicar los postulados de Jesucristo porque cada día vuelven a asesinarlo en Palestina. ¿Y la ONU?. La ONU también tiene razón en querer proteger a los gorilas porque como dijo Nietzsche “los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos”. Lo que no tiene la ONU es razón de ser tal y como funciona.
En el 2008 conmemoramos el sesenta aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, seis décadas en las que lo único que se han preservado son los derechos de los inhumanos que se ríen de las gracias de los chimpancés del circo, de los que tiran comida a los orangutanes en el zoo estando prohibido, de los que tienen el cerebro mas pelado que el culo de un mandril.
Con un poco de imaginación, en el 2009 igual encontramos entre la niebla algún homo sapiens que ponga a cada cual en el lugar que realmente le corresponde.

LA CABAÑA DEL TIO TOM

Hace cuatro días había gente que se echaba las manos a la cabeza por tener un presidente de la Generalitat andaluz. Casi al mismo tiempo se habló de la grandeza de Catalunya por conseguir que un inmigrante tuviera las mismas oportunidades que un autóctono para liderar las riendas de este país.
Hace menos de cuatro días se ha producido una explosión de júbilo generalizada por la elección de un negro como presidente de Estados Unidos, una alegría desmedida, una trampa moral. No es mi intención convertirme en el aguafiestas de turno, pero he puesto freno a tan desmesurada euforia para no darme de bruces cuando despierte del sueño.
Ahora resulta que todos hemos sido negros alguna vez, todos hemos defendido sus derechos y nadie ha hecho chistes baratos sobre el color de su piel. Ahora resulta que todos tenemos algún disco de Gospel en nuestras estanterías, retratos de Luther King en la cabecera de la cama y que cada vez que nos limpiamos una herida con algodón recordamos a los hermanos de Kunta Kinte. Ahora resulta que nunca hemos tenido ninguna actitud racista, sino todo lo contrario.
Visto lo visto, tengo que pensar que ya estamos preparados para que nuestra sociedad acepte cualquier circunstancia derivada de la multiculturalidad racial que nos rodea. Así, aceptaremos con total normalidad un no muy lejano presidente del gobierno gitano, un alcalde árabe, un obispo chino o un director de colegio indio. Después de lo de Obama entiendo que ya estamos preparados para compartir nuestras instituciones con cualquier persona, venga de donde venga y sea cual sea su origen. Sería una consecuencia lógica al gran momento histórico que hemos vivido estos días y que hasta ha provocado celebraciones masivas de personas que van a los campos de fútbol e imitan el sonido de los monos cuando en el equipo contrario juega algún negrata.
Todo este tinglado me recuerda un poco a las huchas, con caras talladas de negritos, que nos daban cuando éramos pequeños para la cuestación del Domund, un tinglado de hipocresía, la hipocresía típica de los que siempre se apuntan a caballo ganador, de los que siempre defienden las causas perdidas de los que están lejos, de los que no molestan en el vecindario, de los que solo conocemos por verlos por la tele comiéndose las moscas, de los que se matan por no morir.
Celebrar la victoria de Obama, con todas sus connotaciones raciales, no significa que estemos preparados para tener un presidente de la comunidad de vecinos instalado aquí después de saltar la valla de Melilla. Celebrar la victoria de Obama solo representa apuntarse a una moda, pero las modas son pasajeras.
Conozco a muchos que después de llevar camisetas con la imagen del Che durante años han descubierto al personaje gracias a la película. Los mismos que ahora visten de punkys con la hoz y el martillo y se creen que la Pasionaria es una infusión, los mismos que confunden a Groucho con Karl o los que descubrieron el Tibet porque Rafael Nadal ganó un oro en las olimpiadas de China. Conozco a muchos que confunden al tío Tom de la cabaña con el Tom de Jerry y que están convencidos de que no son racistas porque sus hijos escriben cartas al rey Baltasar.

CUENTAS PENDIENTES

La utilización de palabras que no existen es la mejor arma que tienen los prepotentes cuando se ven abocados al fracaso. Se inventan términos imposibles, vocablos que ni tan siquiera existen en los diccionarios para hacernos comulgar con ruedas de molino, molinos con los que ni Don Quijote se hubiera atrevido a luchar.
El último de estos inventos es “refundar”. Los padres del capitalismo no han tenido mas remedio que aceptar la iniciativa europea de reinventar el sistema económico. Mucho antes de que esto sucediera, Artur Mas ya insistió en la necesidad de refundar el catalanismo de la misma forma que, en su día, Julio Anguita promovió la refundación de Izquierda Unida y, supongo, que en las antípodas de la refundación en la que algunos Estados suramericanos se enfrascaron animados por Hugo Chavez.
Cuando una palabra se pone de moda la empieza a utilizar todo el mundo aunque, como ésta, no tenga ningún significado oficial. Como mucho, refundar sería volver a fundar, pero si realmente se trata de esto nos sumergimos en una pantanosa pérdida de tiempo. Volver a crear monstruos, sistemas de gobierno, ideologías u otras patrañas ,que no han servido de nada y que mantienen la esencia mas pura de la decadencia, más que perder el tiempo es intentar ganarlo para dar respuesta a los fracasos.
Con la moda a cuestas no es sería de extrañar que en los próximos meses se acuse al juez Garzon de intentar refundar la democracia española en su afán por hacer lo que siempre quedo pendiente en este país: juzgar los crímenes de guerra. Tampoco sería de extrañar que los muertos de hambre intenten refundar el planeta dándole a Dios unos cuantos días más para crear, de nuevo, un mundo aconfesional en el que la pobreza sea el único pecado.
Históricamente, los impostores han utilizado las refundaciones para seguir dominando el cotarro preservando, única y exclusivamente, sus intereses. Así, podríamos afirmar que los Reyes Católicos refundaron a los indios americanos, que Hitler hizo lo propio con los judíos y que estos, a su vez, llevan años intentando refundar a los palestinos.
Es curioso que cuando hay problemas y lo que un día se fundó caduca, a nadie se le ocurra la brillante idea de crear algo nuevo, distinto y completamente diferente para evitar caer en los mismos errores. Sin embargo, eso debe ser muy costoso para las inteligencias humanas que nos gobiernan desde diferentes ámbitos sociales. Es como si a alguien se le rompe un preservativo durante una relación sexual y en lugar de utilizar uno nuevo lo refunda, pone otro encima del roto. Y repite tantas veces la operación que llega un momento en que aquello ya no es un pene protegido y se convierte en impotencia, la misma impotencia que sienten los ciudadanos cuando, según el viento que sopla, les refundan la educación, la sanidad, las pensiones o el conjunto de sus libertades.
Yo no voy a ser menos, no quiero que me pillen con el paso cambiado y estoy en plena fase de refundación personal. A partir de ahora ya no me reiré de los chistes que no me hacen gracia, no le abriré la puerta a los que nunca me han dado las gracias por ser educado, se terminó dar las gracias por no tener el cáncer que sufren mis amigos y agradeceré todas las iniciativas que sirvan para construir un mundo mejor, mejor que el de Walt Disney, por supuesto. Vale la pena ser sincero.

INSTINTO BASICO

Soy un adicto al mando a distancia. Reconozco públicamente mi adicción a pesar de las grandes discusiones familiares que ello provoca, pero se mantiene en el subconsciente aquella época, en blanco y negro, en la que solo tenía disponible una cadena de televisión.
La del mando a distancia, como todas las adicciones compulsivas, tiene muchos inconvenientes, pero también ofrece algunas ventajas. Una de ellas es ver, de refilón, programas no previstos en la agenda.
El otro día, en pleno subidón digital caí en las redes de un espectáculo tradicional al que algunos califican como fiesta nacional y otros como intolerable y ofensivo.
La verdad es que siempre he pensado que no hay ninguna necesidad de divertirse viendo como se desangra un animal, pero menos aun hasta donde puede llegar la barbarie humana incluso con los suyos.
Estaba el torero frente a la bestia en plena faena cuando, de repente, el vitorino de turno engancha al maestro por la entrepierna, lo revolotea y lo lanza a la arena cayendo de bruces con su traje de luces. Mientras el respetable se lleva las manos a la cabeza y los subalternos desvían la atención del toro, el torero se levanta mostrando su aparente valentía y mostrando también un testículo.
Como el honor es el honor, el torero cubre sus partes con el capote y como un épico gladiador romano marcha, por sus propios pies, hacia la enfermería cuyas puertas se cierran a cal y canto quedando custodiadas por dos policías nacionales.
Al poco rato, sale un medico o alguien parecido y explica ante las cámaras de televisión que “el toro le ha desgarrado un testículo, pero ahora vamos a coserle y esperamos que vuelva a salir al ruedo porque el maestro esta muy animado y no quiere defraudar a su público”.
Dejo a un lado mi adicción al mando a distancia y me mantengo, absolutamente fijo e incrédulo en el mismo canal. Por momentos, intento imaginar el dolor que está sufriendo ese hombre tumbado en una mesa y con solo imaginarlo se me pone la piel, la piel y los huevos de gallina.
Mientras tanto, el público sigue en la plaza esperando, esperando amortizar su entrada aun a costa de la estupidez humana, esperando que el valor de la supuesta fiesta alcance su máximo.
El Ibex de los valores humanos está en decadencia y la crisis que le afecta no es simplemente cíclica. Nos enfrentamos a una crisis de identidad colectiva, casi existencial, en la que todo vale y nada sirve, en la que no nos puede afectar ver a alguien muriéndose en una acera si pagamos en la reventa para ver como le revientan los genitales a un pobre hombre vestido con lentejuelas.
Y el toro sigue ahí sin entender nada de lo que pasa, mirándonos con asombro, valiéndose única y exclusivamente del instinto, el instinto básico que hemos perdido y que hemos acabado confundiendo con los muslos entreabiertos de una famosa actriz. Pero el instinto, el instinto de verdad es el que nos debería proteger de lo que no tiene sentido o como dice el proverbio “el instinto es mas fuerte que la educación”.

LA IRONIA DEL DINERO

Las victorias siempre han sido peligrosas. Cuando alguien inflinge una derrota es tan iluso que solo se vanagloria y cree que su éxito ha sido, única y exclusivamente, producto de su destreza, de su inteligencia y de su habilidad. Sin embargo, cuando uno gana no pierde el tiempo en analizar cuales han sido los errores de su oponente, errores que precisamente le han facilitado la victoria.
La caída del muro de Berlín significó la gran victoria de las tesis capitalistas contra el comunismo. Cegados por ese triunfo, las grandes mentes pensantes de Wall Street, los que untan petrodólares en el café con leche, se quedaron atrapados en sus lujosos despachos creyendo que ya estaba todo hecho.
La democracia es el mejor sistema político que hemos sabido inventar, pero no quiere decir, ni mucho menos, que sea el mejor ni el único que se pueda aplicar para que todos los ciudadanos tengamos los mismos derechos y las mismas obligaciones. Con el sistema económico capitalista pasa algo parecido con la diferencia de que, en este caso, nunca ha aplicado la democracia en sus decisiones y siempre ha actuado con prepotencia y abrazado al totalitarismo.
Los mismos que se regocijaron por derrumbar las dictaduras comunistas sufren hoy en sus propias carnes los errores propios de la dictadura de su sistema capitalista. Los grandes bancos americanos se hunden en la ruina mas absoluta arrastrando bolsas, bolsitos y mariconeras configurando una serie de ironías dignas de las mentes mas atrevidas de Hollywood.
Por primera vez en la historia, el gobierno de los despachos ovalados ha hecho intervenir al Estado para frenar la crisis convirtiéndolo en tutor del capital de la misma forma que lo intentaron los que creían en el comunismo. Sin embargo, como no están acostumbrados a este tipo de intervenciones se quedan a medias, dan marcha atrás y el catacrack resurge como King Kong por las calles de Nueva York.
Cuando aquí nos dicen que nuestra banca es diferente, que es mas sólida y que esta mas saneada me entra un tembleque en las piernas que no se diferenciar el pánico del parkinson. Y lo más irónico es cuando oigo que los bancos no se dejan dinero entre ellos porque no se fían.
Ahora resulta que el mismo tipo encorbatado, repeinado y con gemelos que hace unos meses nos miraba por encima del hombro para dejarnos un crédito tiene el culo prieto porque su vecino de negocio no le da ni un duro porque no le avala ni su gestión.
Ante tanta confusión, pronto empezaran a darnos el oro y el moro por nuestro dinero, dinero que ya no existe porque, ironías de la vida, ellos mismos nos lo han hecho malgastar en hipotecas descerebradas para pisos sobrevalorados que ahora se comerán con patatas.
Vivimos demasiado deprisa, no tenemos tiempo de aprender de las derrotas, pero ni siquiera nos planteamos aprender de las victorias lo que aun nos hace mas miserables. Es entonces cuando la ironía se convierte en sarcasmo.

LA COCINA DEL INFIERNO

Cada cuatro segundos muere una persona de hambre en el mundo. De los 852 millones de seres humanos que, según la ONU, no tienen nada que llevarse a la boca, 300 millones son niños, un numeroso grupo de pequeños que no se han planteado nunca ninguna de las reivindicaciones de la niña de Rajoy o similares.
Hace unos días, los representantes de 183 países de nuestro mundo se reunieron en Roma en una cumbre organizada por la FAO y se comprometieron a reducir a la mitad las personas que pasan hambre antes del 2015. La misma promesa la efectuaron oficialmente el año 1996, la misma promesa sigue sentenciando a una muerte segura desde hace décadas.
Los mismos que se llenan la boca de palabrería barata son los que tienen acidez de estomago de tanto engullir alimentos caros. Son los que andan preocupados por una macroeconomía que solo atiende a sus intereses, los intereses de los que cada semana tiran decenas de productos que se han cansado de esperar en la nevera, productos caducados como la moral de sus propietarios.
Al gran sistema económico mundial no se le pone la piel de gallina por los asesinatos que se ordenan desde sus burbujas, pero se escandalizan solo de pensar que a lo mejor llegara un día en el que tendrán que llenar sus jacuzzis con chardonnay porque no tendrán agua ni con trasvases. Los que juran en falso que tienen la voluntad de solucionar la hambruna del planeta ocupan su tiempo en rebajar grasas en saunas de lujo mientras las moscas revolotean junto a los ojos desnutridos de miles de recién nacidos.
Mientras tanto, nosotros, los mas concienciados con el problema nos limitamos a escribir artículos como este para limpiarnos el alma y una vez al año contribuimos con alguna ONG para dormir tranquilos. Los menos concienciados se limitan a hacer zaping porque los que se mueren de hambre están muy lejos y lo que aquí realmente importa son las subidas de las hipotecas.
Cuando lo de la guerra de Irak, miles de personas en todo el mundo salieron a la calle para protestar. Se suponía que esas personas estaban contra la barbarie de las superpotencias y del empecinamiento de nuestro Cid campeador. Se daba por supuesto que toda esa gente quería demostrar a los gobernantes que los individuos de buena fe pueden unirse por una causa justa.
Desde que de pequeño miraba sorprendido las imágenes de los niños de Biafra con el vientre hinchado hasta ahora nunca se ha convocado ninguna manifestación multitudinaria para exigir pan y leche, nunca he visto discutir a nuestros políticos por quien aporta mas ideas y dinero para frenar el mayor genocidio de la historia, ninguna huelga sindical, ningún manifiesto serio y vinculante. Nada, nada de nada como el mismo escenario en el que viven los que esperan que los buitres cierren el círculo y se los coman en la cocina del infierno.
Y llegara un día en que el hijo hambriento de una madre hambrienta hará estallar sus tripas en un aeropuerto y nos obligaran a cruzar los puestos de seguridad en ayunas y, por supuesto, sin zapatos.

POLTERGEIST

Los hechos paranormales se creen o no se creen. Las medias tintas nunca han servido en cuestiones de fe y yo que siempre me muestro un poco escéptico ante lo desconocido tengo que reconocer que he claudicado tras la experiencia vivida hace unas noches en el sofá frente al televisor.
Estaba concentrado ante un nuevo caso del malvado doctor House cuando de repente, en el momento exacto en que su paciente empezó a vomitar sangre, cientos de extraños personajes invadieron mi sala de estar.
Un italiano hortera intentaba venderme tarifas veraniegas para el móvil, unos locos conducían un coche cantando una canción de Shakira, una señorita desconocida de muy buen ver emitía sonidos guturales dignos de un orgasmo mientras se lavaba el pelo, otra dibujaba castillos puntiagudos en su melena con una laca extra fuerte y a un joven apuesto le habían regalado un reloj, pero al final era él el regalado.
Sin salir de mi asombro apareció una mujer con bata blanca ofreciendo esculpir cuerpos flácidos y celulíticos. Tras ella grupos variopintos persiguiendo las bondades de un refresco sin burbujas con sabor a té y otros que salían de un concurso de disfraces ataviados como una cebolla, dos tomates y tres pepinos.
Un coche rebajado paso rozando el mando a distancia y un tipo quemado por los rayos ultravioleta salía feliz de una farmacia, con una especie de Silvederma, dando las gracias a unos extraterrestres con el pelo estilo afro.
Los efectos paranormales se sucedían, uno tras otro, sin darme un solo respiro. Una top model retirada me llegó a ofrecer parches para adelgazar y para ponerme moreno y no se muy bien quien insistía en que consultara con el farmacéutico no se muy bien que.
En pleno desespero cambié de canal por si todos esos fenómenos eran exclusivos de la Cuatro por alguna interferencia intergalaxica o subliminal y comprendí que no, comprendí que Poltergeist se había apoderado de la uno, de la dos, de la tres, de la cinco y de la sexta. En todas las cadenas aparecían gentes anónimas haciendo el imbécil, poniéndose aceites hidratantes, comiéndose fabadas en una lata, subiendo y bajando por escalerillas mecánicas cargados con bolsas de plástico, conectándose a internet con bandas anchas y estrechas de miras probándose dos gafas al mismo tiempo porque las segundas salen gratis.
Llego un punto en el que creo que perdí la conciencia y con ella el argumento de House. No recordaba si la paciente estaba realmente vomitando sangre la ultima vez que la había visto o estaba a punto de dar a luz o si Gray se había equivocado de serie y se había reconvertido en una mujer desesperada o si los Serrano cenaban con Bea o si Bond, James Bond era atendido por el personal de Hospital Central haciéndose pasar por el comisario.
Puedo asegurar y aseguro que pase miedo, mucho miedo, puedo asegurar que fue una experiencia horrible, pero una experiencia a la que, después de consultar con el psiquiatra, me he acostumbrado porque he comprendido que todo lo que paso en mi sala de estar pasa en todas las viviendas de España. Y es que las televisiones de este país incumplen sistemáticamente la normativa europea en materia de cortes publicitarios en sus emisiones y a nadie parece interesarle demasiado buscar una solución. Además, ahora con el verano nos amenazan con las reemisiones. Puestos ya, yo voto por Verano Azul.

EL SILENCIO DE LOS CORDEROS

En el medio ambiente y en el ámbito de la contaminación sonora se define como ruido todo sonido no deseado. Cuando se utiliza la expresión ruido como sinónimo de contaminación acústica hacemos referencia a un sonido con una intensidad tan alta que interfiere en la comunicación entre las personas o en sus actividades y que incluso puede resultar perjudicial para la salud humana.
Después de treinta años de democracia nos hemos quitado de encima el molesto ruido de sables que venia de los cuarteles, pero hemos adoptado otros que, sin ser tan peligrosos, condicionan nuestro comportamiento.
Con independencia de los colores que uno elige para descargar su adrenalina en el ámbito deportivo, los imperativos de la moda. asociados con los de la costumbre, hace que cuando un equipo gana algún trofeo la gente salga a la calle a hacer ruido.
Las celebraciones que no van acompañadas de una descarga de cláxons, acelerones, trompetas ensordecedoras y gritos cavernícolas no merecen el calificativo de importantes. Si la celebración es nocturna los decibelios se multiplican varias veces por si mismos y eso aun parece alegrar mas a los que los que actúan indiferentes a las repercusiones que su jolgorio tiene sobre el resto de los humanos.
Nuestros restaurantes deben ser los más ruidosos del mundo. El volumen de los contertulios entre plato y plato aumenta de tal forma que a la hora del café es prácticamente imposible llevar una conversación normal.
Las ambulancias han adaptado unas sirenas tan descabelladamente escandalosas que si Ulises resucitara podría continuar tranquilamente su viaje sin quedar prendado por sus encantos.
Nos despertamos con el ruido de la alarma del reloj, paseamos entre el ruido del trafico, vociferamos por teléfono, a través del portero automático ,tuneamos los coches para reventar las ventanillas con Los Chunguitos y a pesar de tanta tecnología el grito pelado continua siendo la mejor forma de llamar la atención. Somos amantes del follon subdesarrollado y preferimos desgañitarnos por la ventana para que el niño suba a cenar en lugar de utilizar señales de humo
En las fiestas familiares se empieza cantando y se acaba chillando. En las fiestas populares se empieza brindando y se acaba bombardeando los tímpanos amigos y enemigos con atronadores petardos, petardos enladrillados, envenenados y con efectos colaterales. Parece imposible que tras una fiesta de estudiantes o de empresa no haya alguien que muestre sus dotes de tenor o de soprano sobre el asfalto con desafinadas entonaciones alcohólicas.
Después de tanto tiempo sigo sin entender la relación entre la felicidad y la alegría con subidas de tono improcedentes. Los humanos debemos ser los animales más escandalosos del paraíso, un paraíso acústicamente decadente, un paraíso con mucho ruido y pocas nueces.
Mientras tanto, los corderos siguen en silencio esperando su hora. Los corderos están ahí, pero no se les oye. Con tanto ruido es difícil oírlos y aun mas escucharlos, pero confían en que, algún día, su silencio se vera recompensado. Y los lobos, los lobos con piel de cordero también aguardan su momento sin rechistar, prácticamente sin aullar.

martes, 17 de febrero de 2009

LA MALA EDUCACION

El escritor argentino Jorge Luis Borges aseguraba haber leído, una a una, todas las definiciones que contiene la Enciclopedia Británica y afirmaba que era una de las mejores maneras para culturizarse. Lo afirmaba cuando los diccionarios aun eran libros útiles para combatir errores léxicos y ortográficos.
Con las nuevas tecnologías los diccionarios han caído en desuso y la mayoría prefiere corroborar sus dudas a través del google con el peligro inherente de confundir una palabra con otra si te olvidas una sola letra antes de pulsar el enter. Tal vez por ello, muchas palabras han perdido su definición o simplemente la han aletargado.
En los diccionarios clásicos, Educación se define como “el proceso de socialización y aprendizaje encaminado al desarrollo intelectual y ético de una persona”. Se trata de una premisa que algunos políticos nunca han hecho suya y ni tan siquiera se han molestado en analizarla. Me refiero a todos esos políticos que oyen, pero no escuchan, a los que no dejan hablar e insultan, a los que tienen que servir a los ciudadanos y claudican a la demagogia por un puñado de votos. Me refiero a la clase política que nunca ha tenido clase y que debería volver a las aulas para aprender civismo, me refiero a los que confunden abstención con abstinencia o el voto en blanco con un detergente de lavadora.
Muchos de esos cargos electos combaten programas de telebasura para apartarlos del horario infantil, pero no se dan por aludidos cuando aparecen en los informativos o en las poltronas de las ágoras públicas comportándose como energúmenos. Son el espejo en el que se miran los que gritan en los atascos o los que se divierten destrozando el mobiliario urbano. Son el sinónimo de los que se ríen de la torpeza de un anciano, de los que se cuelan en la caja del supermercado sin esperar su turno y de los que se sienten orgullosos de meterse con la madre de un árbitro en un campo de fútbol. Sirven de coartada a periodistas soeces, a comunicadores incomunicados anacoretas de sus propias frustraciones.
Hay que acabar con la resignación de que tenemos los políticos que nos merecemos y decirles a la cara que no van a contar con nosotros para ningún decreto ley que pretenda cambiar el concepto de educación que figura en los diccionarios. El concepto sigue vigente y tienen la responsabilidad de aplicarlo y aplicárselo, tienen la responsabilidad de transmitir sus valores intrínsecos, la responsabilidad de ser responsables. Somos los ciudadanos los que tenemos que marcar el tempo de sus obligaciones y, por lo tanto, hay que exigirles que cumplan con su obligación sin que se atribuyan derechos que no les corresponde.
Los políticos no tienen derecho a crispar y tienen que facilitar la convivencia y si no están capacitados para ello que se quiten la máscara, que se rasguen los ojos, engorden, se atavíen con un gran tanga y se dediquen al sumo. Dormirán mas tranquilos y no nos harán cómplices de sus pesadillas. Las nuestras, nuestras pesadillas, se alimentan de sus comportamientos, de sus malas compañías, de sus mentiras, de sus miserias y, en definitiva, de su desvergüenza.
Ningún político mal educado merece nuestro voto, ninguno de ellos merece nuestra confianza.