viernes, 4 de septiembre de 2015

EL FOTOMATON


La foto del niño muerto en la playa ha escandalizado. La foto del niño muerto en la playa ha reabierto el debate sobre la ética periodística. La foto del niño muerto en la playa ha inundado las redes sociales conmoviendo a propios y a extraños, pero no nos engañemos, la foto del niño muerto en la playa es una anécdota, repulsiva, pero una anécdota.
La condición humana es tan miserable que, de repente, después de años alimentándose de cifras mortales,  despierta del limbo pitagórico y pretende mostrar su cara más amable. La guerra de Siria no es nueva como tampoco lo son los refugiados de los campos de Gaza o los del Sahara. Los atentados en Irak o Afganistán no empezaron la semana pasada, como tampoco la hambruna en Sudan. Sin embargo, las cifras de muertos que se acumulan en estas zonas son solo eso, números y estadísticas.
Los mismos que hasta hace unos días utilizaban la inmigración como artillería electoral recurren ahora a una ambigua solidaridad porque, de la nada, ha aparecido un fotomatón que, salvo al descerebrado presidente de Hungría , les impide  seguir siendo públicamente xenófobos.
En una década, los Bancos de Alimentos se han convertido en los grandes centros comerciales de la pobreza y los Estados han delegado en nosotros, sus súbditos, todas sus responsabilidades respecto a la defensa de los derechos humanos, derechos humanos que ellos mismos violan sistemáticamente no sea que los mercados financieros se levanten con resaca.
Tengo la sensación que con los refugiados llevamos el mismo camino. En unos cuantos meses, la foto del niño muerto en la playa quedara archivada e igual ya nos han mentalizado en la necesidad de crear Bancos de Personas , unos Bancos que como los de los alimentos, dejaran que los auto gestionemos mientras el FMI sigue analizando el crecimiento económico desde su pervertida bola financiera.
Decía Jose Luis Sampedro que “se habla mucho del derecho a la vida, pero no de lo importante que es el deber a vivirla”, pero nadie habla de ello, tan solo nos inculcan deberes constitucionales e internacionales, deberes en los que, por lo visto, hay que aceptar sin rechistar que las personas solo pueden mantener su condición de humanos cuando les plazca al Consejo de Seguridad de la ONU o a la troika de turno.
“Si nos cruzamos de brazos seremos cómplices de un sistema que ha legitimado la muerte silenciosa”. Mucho ha llovido desde que Ernesto Sábato escribió esta afirmación en relación a la dictadura de Videla, pero la tierra esta seca porque nuestras conciencias solo se despiertan cuando aparecen imágenes tenebrosas.
Siempre llegamos tarde y hemos adoptado la impuntualidad moral como una costumbre esperando que alguien ponga los presuntos relojes inteligentes en hora. Y asi, hasta que aparezca otro foto de otro niño, de otro muerto, en otra playa . A lo mejor tendríamos que recuperar los relojes de arena, esos que nunca mienten y nunca fallan.

                                                                                         

miércoles, 17 de junio de 2015

¿LO SABEN AQUEL?


Hace unos días, mi hija me empezó a interrogar sobre la libertad de expresión. Está en esa etapa de la adolescencia en la que todo se pone en entredicho, esa etapa que los que ya somos mayores deberíamos recuperar, de vez en cuando, para no aceptar sin remilgos todo aquello que se nos pretende imponer en base a leyes anacrónicas y pensamientos involucionados.
Tantos años ejerciendo la profesión de periodista y no tengo respuesta para los límites que debe tener la libertad de expresión. Ni tan siquiera sé si esos límites tienen que existir porque según quien los imponga lo hará, única y exclusivamente, para defender sus intereses personales, políticos o económicos.
Los foros que debaten estas tesituras acaban siempre sin conclusiones. La palabra “respeto” aparece en el momento mas inesperado, para derrumbar cualquier teoría sobre la libertad de expresión sin corsés. ¿Respeto, respeto a que o a quién? Dicho así, da la sensación de que tengo que respetar incluso a quien no me respeta y a partir de ahí el bucle es tan extenso que mas parece un infinito que otra cosa.
En las últimas semanas, estamos asistiendo al show de los chistes, chistes xenófobos, humor negro con víctimas del terrorismo implicadas, referencias graciosas al holocausto y ridiculizaciones varias. No teníamos bastante con la corrupción que ahora a los políticos también se les analiza su pasado cómico.
Cuando yo era pequeño los chites sobre gitanos  y la Guardia Civil estaban a la orden del día. No había programa de televisión en el que no saliera el Arevalo de turno haciendo reír a la gente con sus chistes sobre gangosos o tartamudos, el machismo era el humor cinematográfico mas extendido en el cine español de Pajares y Esteso, las parodias sobre homosexuales provocaban risas intimas e incluso en la retaguardia cada cual se carcajeaba a su manera sobre el estado de salud del Dictador. Sin olvidar, claro, las plazas de toros portátiles donde la estrella era “el bombero torero”, un discapacitado que en aquellos tiempos solo podía trabajar como entretenimiento de feria.
De repente, apareció un señor con barba, fumando y whisky en ristre haciendo famoso su “Lo saben aquel” . El humor inteligente se fue apropiando de las cenas de empresa junto a publicaciones como “El Papus” o “El Jueves” cuya falta de “respeto” les conllevo atentados y censuras.
Queda muy  bonito salir a la calle diciendo “Je Suis Charlie”, para poco después presentar una querella por ser caricaturizado en el “Polonia”.
Estamos en una sociedad en la que los vascos cuentan chistes de los andaluces, los catalanes de los maños, los valencianos de los murcianos, los gallegos de los portugueses y los de Barcelona de los de Lleida. Estamos en una sociedad en la que estamos perfectamente preparados para reírnos de los demás, pero somos unos perfectos analfabetos a la hora de reírnos de nosotros mismos. Y es entonces cuando aparecen los magos de barraca con el viejo truco de la falsa moral.
Todos tenemos un pasado y en ese pasado están los romanos que programaban circos con leones y cristianos, están los que montaban hogueras para quemar brujas en las plazas, están los que quemaban iglesias, los que utilizaban las cunetas como fosas comunes, los que tras sufrir las cámaras de gas asesinan impunemente a palestinos, los que dejan de morir de hambre a Africa y los que se mofan del desahuciado que duerme en un cajero.

 ¿Lo saben aquel?: “No hay cosa que haga mas daño a una nación como el que la gente astuta pase por inteligente”. Y mucho me temo que en esas estamos.

viernes, 15 de mayo de 2015

NO SE QUE ES LO QUE NO NOS PASA


Lo importante es buscar. Lo de encontrar es secundario.
La ultima vez que te recuerdo tenia memoria.
Me gusto cuando callo.
Me dan mas miedo los errores que los horrores.
El deseo oscuro del objeto.
Empezar por el precipicio.
Tengo todo lo que no hay que tener.
De mayor quiero ser un involucrado.
Y pensar que había gente que quería ser corneta.
De mayor quiero ser énfasis.
La piedra, nunca tropieza con el mismo hombre.
Salteadores de Bacos.
Nos hace falta mas Moliere.
Prefiero personas que telefonos inteligentes.
Educar para pensar.
El peligro esta en no reconocerte.
La verdad es una mentira.
El pacto del miedo les acabo matando.
Los palcos son incomodos. Digan lo que digan.
No me interesa la gente que dice que lo mas triste esta por llegar.
Estamos como estamos porque si el mundo fuera al revés, a las mujeres siempre se les verian las bragas.
Las verdades duelen donde menos te lo esperas.
A mi nunca me dan ganas. Siempre tengo que pedirlas.
Ya nadie hace garabatos.
No et canses mai de veure perdre a l'enemic. Es dur, pero es aixi.
Este no sera un pais normal hasta que reconozca que es un muñeco de Jose Luis Moreno.

jueves, 26 de marzo de 2015

LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL ASCO


Pertenezco a una generación en la que el miedo servía como arma de destrucción educativa para niños y adolescentes. La amenaza de encerrarte en el cuarto de las ratas, los dientes que se caerían por decir mentiras, la trágica premonición de quedarte ciego por abusar de la masturbación, el demonio y sus calderas, en constante ebullición, esperando tus errores y, sobre todo, ese enigmático, perverso y oscuro personaje del hombre del saco que podía secuestrarte de noche y en silencio, con mucho silencio.

Hay quien aun no ha superado esos miedos y siguen aferrados en su subconsciente impidiéndoles deshacerse de prejuicios que les perseguirán toda la vida. Unos prejuicios que no les dejan actuar con la libertad que se merece todo ser humano.
Aceptando que tengo muchos defectos, conocidos y por conocer, me avala la virtud de no dejarme acongojar por sortilegios populares, animadversiones de gente toxica o dimes y diretes mas o menos apocalípticos. Sin embargo, a raíz del accidente del avión de los Alpes ha rebrotado en mí una sensación extraña. Tenía superado al hombre del saco y me he horrorizado al comprobar la existencia real del hombre del asco.

Aún no habían pasado ni cinco minutos de la noticia del accidente aéreo cuando en Twitter empezaron a correr comentarios del tipo: ”ojala todos los muertos sean catalanes” o “no hagamos un drama, que en el avión iban catalanes, no personas”.
Las autoridades policiales se han comprometido públicamente a investigar este tipo de actitudes, pero con la investigación no basta. Recientemente, un rapero era condenado a dos años de cárcel por calumniar al Rey. Se puede estar de acuerdo o no, pero así lo establece la ley y, por lo tanto, esa misma ley tiene que servir para tipificar la catalanofobia como una incitación al odio xenófobo porque, independentistas o no, los catalanes merecemos, como mínimo, el mismo respeto que se reclama jurídicamente para el monarca.

Y tampoco basta con reflexiones legalistas. El bochorno provocado por los hombres del asco 2.0 debería encender  las alarmas  en una sociedad en la que nos mostramos indignados por la lapidación de una mujer afgana, falsamente acusada de quemar versos del Corán, mientras nos permitimos hacer gracias con la desgracia ajena. Tennessee Williams escribió que “creo que el odio solo puede existir en ausencia de toda inteligencia”.

Culpables de esta falta de inteligencia, como las meigas, haberlos hailos y ninguno de nosotros está a salvo de su parte de culpabilidad, pero el mayor caldo de cultivo de este incalificable proceder esta en personajes públicos que, pensando que  todo vale para aguantar su negocio político o mediático, hacen oídos sordos y apagan los incendios con gasolina.

Cuando nos daremos cuenta de donde nos hemos metido será demasiado tarde y entonces nos lamentaremos, pero seremos fagocitados por nuestros propios insultos. Como decía Kundera “En la vida todo lo que elegimos por su levedad no tarda en revelar su propio peso insoportable”.

Alguien debería empezar a echar lastre.


miércoles, 25 de febrero de 2015

ENCUENTROS EN LA TERCERA FRASE


Nunca me equivocas.
Libertad sin confianza.
Dias de vino y prosas.
Encontrarte la suerte de cara y no saber que decirle.
Vengo del caos. ¿Alguna pregunta?
Si tanto me quieres, invéntate.
Pelame el caviar o algo.
Donar sangre no es peligroso, lo peligroso es que te la chupen.
Me gustabas mas antes. Y a mi pieles.
Tengo demasiado trabajo no remunerado.
Se dan cuenta de sus miserias cuando dejas de pensar en ellos.
En algun momento vuelves a la casilla de salida.
Tendríamos que explicarles a la mala gente que lo de que la paciencia es infinita, en realidad, es una leyenda urbana.
Besos de chocolate picante.
Nada sabe a nadie.
Es duro que Renfe se haya apropiado de una palabra tan bonita como "cercanias".
Cada suyo a lo cual.
Dame de seguir.
Doy respiros. Hotel y domicilio.
Soy el factor que altera el producto.
Esa gente que siempre pregunta cual es el siguiente paso. Esa gente.
Poetas de tres al cuarto oscuro.
Ni en cualquier sitio, ni en cualquier lugar. No te equivoques.
Dame no tienes. Lo otro no me interesa.
De mayor quiero ser un principio.
Me siento estofado.


martes, 20 de enero de 2015

ESQUINAZOS


¿Comes bien? Como de costumbre.
Nos debemos un respeto. ¿Si? Pues no me acuerdo.
Siempre pensé que no hacia nada en tu capitulo.
Tu trae el nunca que el ahora lo pongo yo.
¿Capital? Pena.
Bastante tenemos con lo mio.
Si es un compendio no es de fiar.
Tened cuidado con lo que no haceis.
Volveran las oscuras gabardinas.
No hay que decir nunca las veces que quieras.
¿Qué tomas? Elliot.
Somos impares y no queremos reconocerlo.
¿Sudan? No, se mueren de hambre.
No voy a pagar intereses por tus créditos de felicidad.
Me das mas vergüenza que un coctail de esos que sacan humo.
Insomnio. Hotel y domicilio. Total discreción.
Me gustaría ser el encargado de medir "muchas veces".
Voy a ser tu desacato.
Me gustas mas cuando me dejas en paz.
Me hago cruces sin semáforos.
No cometeras actos con apuros.
¿Te acuerdas de mi? No. Pues mucho mejor.
¿Qué es esto? Estropicio.
No me gusta ser una anotación a pie de pagina.
Agape. Pues no me da la gana.
Adaptarte a las circunstancias antes de que elllas se adapten a ti.
Ya lo tengo todo indispuesto. Podes venir cuando querais.
La diferencia entre los que hacen una caricatura y los que las queman esta en que los segundos nunca dibujaran una sonrisa.
Ingenieros de cansinos.
A veces pienso, pero siempre existo.