viernes, 13 de enero de 2012

EL FUTURO


Mientras descuelgo la última bola brillante del árbol de Navidad pienso en que hay que mantener la tradición de conceder cien días de gracia al Gobierno. Al mismo tiempo, pienso que hay gobiernos que no hacen ni puñetera gracia principalmente si dejan la economía en manos de doctores master class que, por haber estudiado en alguna universidad extranjera, se creen con derecho a desbarajustar toda una administración.
Con todas las bolas recogidas me llena el presentimiento de que este no será un año mucho mejor que el anterior. Y digo esto porque empezamos el 2012 dejando sin valor lo de “si te has portado bien los Reyes te traerán muchos regalos”. Los niños andan confundidos, casi confusos , porque a pesar de haber sacado buenas notas, de ayudar en casa y de no estar enganchados al Facebook como la mayoría de sus amigos ,yonquis virtuales, no han sido recompensados.
Con padres parados y pequeños empresarios arruinados, los Reyes Magos se han convertido en los Reyes Mancos y , junto a sus miembros, han dejado por el camino unos sueños que nunca mas se podrán recuperar. Me refiero a esos sueños que hasta los mas pobres tienen derecho a mantener aunque a nadie se la haya ocurrido nunca contemplarlo en la Constitución.
También hemos empezado el año desacreditando lo de “quien paga manda” porque ahora ya ni los que mandan pagan. Se ha acabado la época de los paganos y tendremos que volver a vestir santos. Eso sí, mucho mas tranquilos que antes desde que la Casa Real ha publicado sus cuentas, que no sus cuentos.
En cuanto al desfile de malversadores y estafadores públicos por el banco de los acusados y despachos judiciales varios, no hay mucho que decir salvo que a los ciudadanos nos importa poco los años que puedan estar entre rejas mientras no devuelvan lo robado. Se trataría de esas transferencias que nunca llegan a su destino, que nunca llegan al lugar de donde nunca deberían haber salido. Es por ello que propongo que se les obligue a recoger la basura y limpiar los váteres de todos los comedores sociales, todos los colegios y todos los hospitales que habríamos podido construir sin sus virtudes de trileros. Es por ello que propongo que vayan por todas las colas del INEM pidiendo disculpas sin ningún tipo de escolta policial.
Otros, que también los hay, han preferido empezar el año preparando el congreso que tiene que refundar al principal partido de la oposición. Tampoco aquí, nada nuevo. Pretender resurgir de las cenizas utilizando los mismos pebeteros demuestra que donde realmente hace falta un ERE es en la pseudoizquierda.
De Merkel y Sarkozy tan solo espero que entreguen las armas que controlan los mercados y se disuelvan. Ellos necesitan mas a Europa que viceversa, pero mucho me temo que nadie les toserá muy cerca. No sea que se enfaden y dejen de utilizar nuestra seguridad social en vacaciones para ponerse rotulas y caderas nuevas.
Hay que recuperar el optimismo, me dicen. Los periodistas siempre habláis de lo mismo y contagiáis a la gente, opinan otros. Yo, la verdad, como dejó escrito el poeta francés Paul Valery, pienso que “el problema de nuestros tiempos es que el futuro ya no es lo que era”.
Por lo demás, todo bien.

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