lunes, 11 de junio de 2012

LA ESTAFA MAS GRANDE JAMAS CONTADA


A lo largo de la vida te encuentras con las situaciones mas disparatadas. Las primeras veces te sorprendes y con el paso del tiempo la capacidad de sorpresa va disminuyendo hasta tal punto que se acaba convirtiendo en pura anécdota.
Hay, sin embargo, sorpresas que podríamos calificar de “descomunales” que al sobrepasar todos los clichés establecidos te cogen  por sorpresa, nunca mejor dicho. Una de estas ha sido descubrir que los bancos no tienen dinero, que nunca lo han tenido.
Hace unas décadas, entrar en un banco era como ir a un Juzgado. Tras el mostrador encontrabas siempre a una persona trajeada, con cara de pocos amigos, que te hacía sentir culpable tanto a la hora de retirar efectivo como a la de pedir una partida de nacimiento. Jugaban con alimentar tu sentido de la inferioridad y ese juego les servía para instaurar una relación de esclavitud no escrita.
Cuando la libre competencia se descontrolo, las entidades  financieras cambiaron de táctica, sus directivos hicieron unos breves cursos de simpatía y de la noche a la mañana se nos hicieron colegas. Abrieron el mercadillo de las cuberterías, aspiradoras, ordenadores, bicicletas y demás objetos de consumo con los que hacían ver que nos pagaban los intereses de nuestros depósitos, depósitos que ya se habían gastado en pagar sus propios créditos.
Como no había nadie que controlara, y si lo había miraba hacia otro lado, llego la tómbola de las hipotecas, esa tómbola en la que además de darte el cien por cien, te enviaban de vacaciones a Canarias y te financiaban los muebles de tu nidito de amor.. Los hombres de gris habían dejado los manguitos y las coderas del siglo XX y se reciclaron como colaboradores multicolores de tu nivel de vida.
El catedrático en economía Niño Becerra explicaba hace unos días que el 50 por ciento de las hipotecas concedidas por bancos españoles son créditos que esos mismos bancos deben a bancos alemanes y franceses. ¿Sorpresa?, no, estafa. La banca ha vivido de la estafa mas grande jamás contada y ahora les vamos a premiar con 100.000 millones para que, descubierto el fraude, puedan seguir manteniendo su estructura y cobrando pensiones estratosféricas a cuenta de los desahucios que ellos mismos han propiciado.
La memoria histórica que algunos tanto menosprecian sirve, entre otras cosas, para recordar que a Mario Conde lo metieron en la cárcel por mucho menos. Pero la cárcel queda lejos para algunos en nuestro sistema.¿ Quién va a encerrar a quien si los autores del delito han sido encumbrados por cómplices que tienen amigos jueces que se van de vacaciones a Marbella a cuenta de los contribuyentes? ¿Quien va a encerrar a quien si todos se han puesto de acuerdo en convencernos que la culpa es nuestra  y que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades?  ¿Quien va a encerrar a quien si Batman en realidad no existe?.
Henry Ford, fundador de la Ford Motor Company declaró en  1963 “es  bueno que el pueblo no entienda el funcionamiento de nuestro sistema bancario, porque, si esto ocurriera, creo que explotaría una revolución antes de mañana por la mañana”. Ahí lo dejo.

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