CUANDO RUGE LA MARABUNTA

El termino hormiga guerrera u hormiga legionaria se aplica a mas de doscientas especies de diferentes subfamilias o géneros y se caracterizan por su agresivo comportamiento depredador. Se calcula que pueden hacer incursiones con hasta dos millones de efectivos atacando a sus presas en masa.

Con esta premisa, 2013 ha empezado con un sonido de fondo muy parecido al que provocan este tipo de hormigas. Es el sonido inconfundible de la marabunta, una marabunta de ciudadanos que cada día que pasa están mas convencidos de que les han tomado el pelo por encima de sus posibilidades.

El profesor Enrique Tierno Galvan ya dijo en su momento que “los bolsillos de los gobernantes deben ser de cristal”, pero la mayoría no se han dado por aludidos y lo único que han convertido en frágil ha sido la educación y la sanidad.

Mientras todo esto sucede, los casos de corrupción, las cuentas en Suiza y el tápame mis vergüenzas que si no enseñare las tuyas, se ha convertido en una práctica tan habitual que solo falta que se incluya en la Constitución para que así la corrupción sea una ley de cumplimiento debido.

Lo siento mucho por los centenares de personas que están en política con el único objetivo de colaborar en la gobernanza de sus pueblos y ciudades, lo siento de corazón por los que combinan su trabajo diario con sus obligaciones de representantes electos. Siento mucho que se les meta a todos en el mismo saco, pero tampoco veo ninguna rebelión contra los dirigentes de sus respectivos partidos que consintieron y consienten enriquecimientos ilegales a costa de becas comedor.

Por mucho que se empeñen hay que decirles alto y claro que la presunción de inocencia ha caducado, que las hemerotecas existen aunque les pese, que lo de “la justicia aclarara la verdad” huele y que cada vez que se agachan les vemos el descosido. No hace falta que dimitan porque ya están dimitidos, les hemos dimitido moralmente, pero ahora hace falta ganarles. Y para ello tenemos que legislar desde abajo dictando leyes sociales que pongan sus trampas al descubierto y lo podemos hacer en cada cena con los amigos, en cada conversación familiar, en el trabajo o en la cola del paro. Tenemos que someterlos a nuestras nuevas leyes porque somos la marabunta y no se han enterado. Tenemos una democracia en concurso de acreedores y urge un ERE inmediato para todos esos personajes que han prostituido el sistema.

O lo hacemos nosotros o no tardaran en aparecer cobradores del frac camuflados de salva patrias intentando convencernos de que ellos son los únicos que tienen las manos limpias. Son los que por carnaval en lugar de putas se disfrazan de clientes, son los que aun no han robado porque nuca han tocado el poder

 Llamadme ingenuo, pero yo creo como Samuel Fielden que “llegara un tiempo en el que sobre las ruinas de la corrupción se levantara la esplendorosa  mañana del mundo emancipado, libre de todas las maldades, de todos los monstruosos anacronismos de nuestra época y de nuestras caducas instituciones”.

El que quiera trucos que haga magia, pero solo depende de nosotros que no nos hagan desaparecer.