martes, 24 de noviembre de 2009

EL ATAQUE DE LOS CLONES

Hace unos meses, los que dicen saberlo todo de todo vieron la luz al final del camino y se dieron cuenta de que el capitalismo, tal y como lo estaban amamantando, tenia que cambiar las tetas de las que siempre había succionado porque estaban secas. Son los que estaban convencidos de la necesidad de cambios estructurales, unos cambios que si te he visto no me acuerdo.
Sin mas noticias de aquellos planes, otros que dicen saberlo todo de todo se han empeñado ahora en convencernos de que aquí lo que hace falta es una regeneración de la vida política. El problema surge cuando el que quiere convencer no esta nada convencido de sus intenciones.
Catalunya es la única autonomía que no cuenta con una ley electoral propia. Somos diferentes. Después de tantos años de democracia, referendums y estatutos, los partidos catalanes han sido incapaces de ponerse de acuerdo en adoptar un modelo. Somos diferentes. Y ahora que se acaba la legislatura nos venden la moto de que en cuatro días pactaran lo hasta ahora impactable y con ley electoral propia acabaremos con la corrupción. Somos diferentes. Nos fue de un pelo que no nos robaran el agua por unas medidas anti sequía mal planificadas y ahora nos puede ir de una cana que nos roben representantes del territorio en el Parlament. Y es que a los que les urge regenerar el sistema son los mismos que lo han corrompido, son los hombres grises.
Es un buen momento para introducir en las escuelas la obligatoriedad de leer y analizar “Momo” aquella novela de Michael Ende en la que los hombres grises, los de perfil bajo, pretenden dominar el mundo.
Los hombres grises se parecen a los humanos, salvo que todo en ellos es de color ceniza. Llevan siempre maletín, bombín y traje de color gris. Parasitan a las personas robándoles el tiempo con el único objetivo de crecer. Su voz es difícil de escuchar porque esconde un profundo vacío. Sus víctimas son incapaces de recordarles. Los hombres grises trabajan para la Caja de Ahorros del Tiempo. Conocen a cada uno de los humanos y saben esperar el momento oportuno para robarles el tiempo. Les convencen para que lo ahorren pensando en un futuro mejor, aludiendo a la responsabilidad, a una presunta madurez y cordura que aboga por no desperdiciar el tiempo con tonterías.
Es difícil de creer que incluso a nivel internacional, los que apuestan por regenerar la política hayan escogido como presidente de la Unión Europea a Herman Van Rompuy, precisamente un hombre grisáceo que estará escoltado por la ministra de exteriores Catherine Ashton, la reencarnación humana de Bob Esponja.
No nos equivoquemos, se trata de un nuevo ataque de los clones, los clones de los que se niegan a las listas electorales abiertas, los que impiden acotar los cargos electos a un máximo de ocho años, los clones que se parapetan en sus trincheras barrando el paso a los jóvenes que quieren hacer política con las manos limpias, los que se rodean de mediocres y hombres de paja para que no les lleven la contraria.
La cola de las lagartijas se regenera sola. La regeneración de la vida política necesita de nuestra opinión, de nuestra implicación, de nuestra respuesta. No hagamos bueno al psicólogo Gustavo Lebon cuando afirmaba que “La edad moderna representa el triunfo de la mediocridad colectiva."

viernes, 6 de noviembre de 2009

TRUCO O TRATO

El mes de noviembre de este año pasara definitivamente a la historia como el de la consolidación del halloween en el ámbito de las celebraciones sociales. Una consolidación impuesta que hemos aceptado como borregos que, al fin y al cabo, es lo que somos.
El atontamiento al que se ha dejado arrastrar el ciudadano medio, entre los que me cuento, hace que los incompetentes se adueñen de todas las circunstancias que nos rodean incluso de las mas sencillas como son las tradiciones de toda la vida. El escritor Francisco Ayala, recientemente fallecido, afirmaba que “la incompetencia es tanto mas dañina cuanto mayor sea el poder del incompetente”.
Tras aceptar sin pestañear celebrar todos los santos disfrazados de monstruos en lugar de comiendo castañas y panellets, tras adoptar a papá Noel en detrimento de la magia de los reyes de Oriente, tenemos que estar preparados para nuevos cambios. Y puestos a cambiar hagamos propuestas peculiares.
Que tal si al 1 de Mayo lo rebautizamos como Día del Parado. Que tal si el Día del Libro lo convertimos en el Día del Ordenador y, puestos ya, que tal si en lugar de calçotadas hacemos hamburguesadas. El Aplec del Caracol, para ser mas integrador, podría denominarse Aplec de Kebab, al ratoncito Pérez le llamamos Mickey directamente y al caganer Millet.
Las fallas de Valencia lo tienen fácil para adaptarse a los tiempos modernos y podrían pasar a titularse “Millenium” por aquello de la chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Por cierto, con tanto guiri no tardaremos en correr delante de bisontes en lugar de toros en los sanfermines.
Cinismo al margen, hay otro tipo de fiestas y celebraciones que con el tiempo han ido evolucionando tanto que no hay peligro de que se vean sometidas a la influencia de otras culturas. El Carnaval, por ejemplo, ha dejado de ser un evento puntual del calendario para convertirse en el día a día del mundo de la política y lo mismo pasa con los gigantes y cabezudos transitan por nuestras calles y plazas sin necesidad de formar parte de ninguna comitiva de fiesta mayor.
Lo del fútbol ya es otra cosa porque los pobres millonarios del balón que hasta ahora disfrutaban de nuestro paraíso fiscal tendrán que tributar como cualquier otro. Y esto si que puede suponer un cambio radical en nuestras vidas porque si se para la Liga las televisiones de pago tendrán que devolver el dinero a sus abonados a no ser que oferten retransmisiones de padel, la gran herencia que dejo Aznar entre las clases medias de nuestro país y que nunca se le ha reconocido como se debe.
Al pan pan y al vino vino. Los corruptos a la cárcel y que devuelvan el dinero que han robado, los que no defienden a nuestros pescadores de los piratas somalíes que dimitan, los que aspiran a gobernar que demuestren que son competentes en la oposición y nosotros a ver si nos ponemos las pilas porque nos acabaran metiendo mas goles que al portero aquel de la selección de Malta.
Se empieza aceptando Halloween como si nada y se acaba creyendo que Jorge Javier Vázquez es un genio de la comunicación porque le han dado un Ondas. Truco o trato.