lunes, 7 de septiembre de 2009

MENTES EN BLANCO


Inmerso en la confusión provocada por algunos ayuntamientos que han decidido convocar referendums independentistas, no se muy bien como convocar el mío para declarar, fuera del ámbito publicitario, la republica independiente de mi casa. Una república en la que si quieren que vea fútbol me tendrán que pagar y no como ahora que hay que hacer un master y pedir un crédito para abonarte a todas las plataformas que te ofrecen partidos hasta en la hora del bocadillo Los fabricantes de agendas electrónicas andan locos para ampliar las memorias, ya que las retransmisiones balompédicas necesitan un giga especial e incompartible con otros quehaceres.
Inmerso en esta confusión, la verdad es que tengo mucho menos miedo que hace unas semanas porque, como mínimo, tendré un entierro digno, digno y gratuito, una palabra completamente en desuso.
Una funeraria de Valladolid ha anunciado que correrá con todos los gastos de los sepelios de todas aquellas personas que cuando mueran estén en el paro. No es una medida que vaya a activar la economía, pero da una tranquilidad muy superior a la que transmite el Gobierno y los partidos de la oposición cuando se enfrascan en discutir sobre la materia.
La iniciativa de la funeraria de Valladolid dejara dormir tranquilos, por fin, a miles de personas que no saben que será de sus vidas en los próximos meses, pero que tienen asegurado que cuando finalmente se mueran de hambre, de desilusión o de pena descansarán en un féretro o los incineraran sin que ello suponga ningún gasto para ascendentes o descendientes.
Para el tipo al que se la ha ocurrido la idea sigue vigente aquella máxima del diseñador de moda Adolfo Domínguez “la arruga es bella”. El modisto, sin embargo, se refería a la arruga en la ropa y no en el cerebro, un cerebro capaz de transmitir un optimismo desbocado a costa de las penurias del vecino. Y es que analizando la propuesta, para morirse estando en el paro lo primero que hay que ser es joven y la mayoría de los jóvenes, por suerte, aun no piensan en morirse aunque anden un poco desesperados.
El anuncio no aclara por cuanto tiempo se mantendrá la fúnebre oferta, pero si lo del paro dura muchos meses mas tal vez sea necesario utilizar una caja para varios. Donde caben dos, caben tres.
Tampoco aclara que pasa si resulta que dejas este mundo porque un parado se tira por el bacón y cae sobre un funcionario de toda la vida con plaza fija y ambos fallecen. ¿Tendrán los mismos servicios fúnebres y gratuitos el suicida que el funcionario o lo del segundo pasa a ser una cuestión de Estado? La principal duda recae sobre los que algún día cobraran los 420 euros que les han prometido por no tener ninguna otra prestación. ¿Les consideraran parados a la hora de la muerte o pasan directamente a la categoría de supervivientes?
La cultura del todo vale esta tan generalizada que ya se ha instalado de okupa incluso con los temas relacionados con la muerte. La cultura del todo vale es un virus contra el que nadie se vacuna y buena falta haría. Nunca antes una cultura, como la del todo vale, había hecho tanto para enfatizar las supuestas virtudes del analfabetismo.